Viajo por mar a casa
Alguien puntea una guitarra
en la cubierta oscura, mientras una gaviota
sueña al tope del mástil,
las olas salpicadas de luna se regocijan.
Al alba el barco tiembla, gira
en amplio arco hacia atrás,
avanzando estremecido por el estuario gris
más allá del faro y las boyas,
las gradas y el dique seco
donde arde una lámpara desnuda;
y yo piso tierra bajo una fina lluvia
en una ciudad tan cambiada
por cinco años de guerra
que apenas reconozco
los lugares en donde me crié,
las fachadas que intentan explicar.
Pero las colinas son aún las mismas
gris-azuladas sobre Belfast.
Tal vez si me hubiera quedado
y vivido bomba tras bomba
hubiera sido adulto al fin
y aprendido qué quiere decir hogar.
3 comentarios:
A menudo la religión ha funcionado como licencia para el mal. "Como soy religioso, todo -la inquisición, la conquista de tierras ajenas, matar infieles, la guerra santa...-, todo en general me está permitido".
Guerras de religión. LA FE MUEVE GUADAÑAS.
FRAUDE
Nos dijeron que la vida
la gana quien permanece
agarrado al mástil de la tenacidad.
Que tras el esfuerzo, siempre
llega un regalo
en forma de estuche de oro,
símbolo de la gloria
para recompensar tanto estoicismo.
Yo solamente he visto
pobres larvas que luchan
demasiado tiempo para romper
esa crisálida redentora
y deambulan toda la vida
como muertos,
con las manos engangrenadas
de tanto prenderse
a un mástil inverosímil.
Meri Pas Blanquer
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