durante la consagración del pan y el vino,
levantaba los ojos ante la hostia alzada y el cáliz alzado,
creía (signifique lo que signifique) que ocurría un cambio.
Me acercaba al antealtar y recibía el misterio
en la lengua, regresaba a mi lugar, cerraba los ojos con fuerza,
una acción de gracias, abría los ojos y sentía
que el tiempo comenzaba de nuevo.
Nunca hubo una escena
en que tuviera que vérmelas conmigo o con otro.
La pérdida ocurrió fuera del escenario. Sin embargo, no puedo
repudiar palabras como “acción de gracias”, “hostia”
o “pan de la comunión”.
temblor y atracción, como el agua honda de un pozo.
4 comentarios:
Nunca se deja del todo de creer en lo que alguna vez se creyó del todo.
Ficción de primer grado: ficción no creída (como la literatura o el cine).
Ficción de segundo grado: ficción creída (como la religión para los creyentes).
Ficción de tercer grado: ficción vivida: como los sueños (mientras se duerme) o la realidad (durante la vigilia).
Infiel:
Dícese, en New York, del que no cree en la religión cristiana; en Constantinopla, del que cree. Especie de pillo que no reverencia adecuadamente ni mantiene a teólogos, eclesiásticos, papas, pastores, canónigos, monjes, mollahs, vudús, hierofantes, prelados, obíes, abates, monjas, misioneros, exhortadores, diáconos, frailes, hadjis, altos sacerdotes, muecines, brahamanes, hechiceros, confesores, eminencias, presbíteros, primados, prebendarios, peregrinos, profetas, imanes, beneficiarios, clérigos, vicarios, arzobispos, obispos, priores, predicadores, padres, abadesas, calógeros, monjes mendicantes, curas, patriarcas, bonzos, santones, canonesas, residenciarios, diocesanos, diáconos, subdiáconos, diáconos rurales, abdalas, vendedores de hechizos, archidiáconos, jerarcas, beneficiarios, capitularios, sheiks, talapoins, postulantes, escribas, gurús, chantres, bedeles, fakires, sacristanes, reverendos, revivalistas, cenobitas, capellanes, mudjoes, lectores, novicios, vicarios, pastores, rabís, ulemas, lamas, derviches, rectores, cardenales, prioresas, sufragantes, acólitos, párrocos, sulíes, muftis y pumpums.
(BIERCE)
Y tú por qué no estás para que yo despierte.
(ÉLUARD)
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