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lunes, 28 de octubre de 2019

Puede que fuera en mí donde llovía (por Agustín Fernández Mallo)


lo más difícil de narrar siempre es el presente. Su instantaneidad no admite proyecciones, fantasías, desenfoques. Yo no sé si todo aquello existió porque no sé si  existe. No sé si son ciertas tus manos [aunque sí sé que verosímiles] bajo la lluvia, y tus ojos como Polaroids [irrepetibles y mostrando más de lo previsto]. Llorabas. Llovía. Quién deja a quién si todos andamos diferidos de nosotros mismos, dejando atrás lo que entendemos para no entender lo insoportable: que cada cual es uno y además no numerable, que vendrán otras, que vendrán otros, que asusta pensar hasta qué punto todos somos intercambiables. Sé que no podré olvidar cuanto vi en tus ojos: el aire ionizado sobre nuestras cabezas, tus manos apretadas [no sé exactamente qué visión pretendían refutar]. Puede que fuera yo quien lloraba, puede que fuera en mí donde llovía. Puede que aún me estés besando, o que aquel martes [por decir un día] jamás haya existido.



2 comentarios:

Unknown dijo...

Brutal!!

Fred dijo...




Era noviembre de hace cinco años. Iba yo y escribía:

Babilonia aprisca los rebaños y se encierra entre estucos pintados al fresco. Apilan las monedas y pesan el oro: lingotes, polvo, cálices, custodias, relicarios, vajillas, raspaduras de retablos, coronas dentarias, algunas regias, exvotos...
De la parte de Civitavecchia, adelantada, viene una nube negra. Luego, un capotón oscuro sume a la ciudad en una tiniebla fosforescente. El primer relámpago y, un segundo después, el trueno que desgarra los tapices vaticanos: la tormenta está encima mismamente de la cúpula de Buonarroti.
Y por un desgarrón del cielo comienzan a bajar los arcángeles con sus espadas flamígeras.
Los viejos clérigos maldicen, algunos lloran. Pero no se oye una oración ni un salmo ni una jaculatoria... El Fin de los Tiempos ha acontecido.
Mientras, en el Rijksmuseum, la mujer que pintó Vermeer, continúa, impertérrita, vertiendo el cuenco: Szymborska se habría equivocado.