cuando las pruebas, las cifras, fueron puestas en columnas delante de mí,
cuando me enseñaron los mapas y diagramas para sumarlos, dividirlos, medirlos,
cuando sentado escuché al astrónomo, con gran aplauso en el salón...
qué extrañamente rápido me harté,
hasta que levantándome y deslizándome me alejé solo
en el aire nocturno, místico y húmedo, y de tiempo en tiempo
miré en perfecto silencio las estrellas.
5 comentarios:
Pero también en el saber científico y en lo impenetrable de éste, que por mucho que se estira nunca llega y más misterios atisba en cada intento, también ahí hay poesía.
Un clavel te regalé
el mejor que había en mi huerto
y muy cerca de la cara
vi que lo llevaba puesto
uno que te acompañaba.
Lo que no tiene remedio pide olvido.
Cierran locales
-"se vende", "se traspasa"...-,
me arrancan trozos.
(CUQUI COVALEDA)
Cuando Dios le entrega a alguien un don, también le da un látigo; y el látigo es sólo para autoflagelarse. Al principio fue muy divertido. Dejó de serlo cuando averigüé la diferencia entre escribir bien y mal. Y luego hice otro descubrimiento más alarmante todavía: la diferencia entre escribir bien y el arte verdadero es sutil, pero brutal.
(CAPOTE)
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