Ahora me pregunto si es que toda la vida
hemos estado aquí. Pongo, ahora mismo,
la mano ante los ojos —qué latido
de la sangre en los párpados— y el vello
inmenso se confunde, silencioso,
a la mirada. Pesan las pestañas.
No sé bien de qué hablo. ¿Quiénes son,
rostros vagos nadando como en un agua pálida,
éstos aquí sentados, con ojos vivientes?
La tarde nos empuja a ciertos bares
o entre cansados hombres en pijama.
Ven. Salgamos fuera. La noche. Queda espacio
arriba, más arriba, mucho más que las luces
que iluminan a ráfagas tus ojos agrandados.
Queda también silencio entre nosotros,
silencio
y este beso igual que un largo túnel.
4 comentarios:
Con la primera copa, el hombre bebe vino.
Con la segunda copa, el vino bebe vino.
Con la tercera copa, el vino bebe al hombre.
(proverbio tailandés)
En boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso.
Lluvia de ayer.
En los charcos se enfría
la luz del sol.
(SUSANA BENET)
Cá uno es cá uno y tiene sus "caunidades".
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