Oh di, poeta, ¿qué haces tú?
—Yo celebro.
Pero lo mortífero, lo pavoroso, ¿cómo
lo asumes, cómo lo acoges en ti?
—Yo celebro.
Pero lo innombrado, lo anónimo, ¿cómo
puedes, poeta, invocarlo?
—Yo celebro.
¿De dónde tu derecho, bajo todo disfraz,
bajo cada máscara, a ser verdadero?
—Yo celebro.
¿Y por qué lo sosegado y lo fogoso
te conocen como estrella y tormenta?
—Porque yo celebro.
1 comentario:
Ningún montón de palabras llena un cesto.
(proverbio mauritano)
Publicar un comentario