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sábado, 22 de febrero de 2014

Como una fila de velas (por Konstantinos Kavafis)


Días por llegar están delante de nosotros

como una fila de velas encendidas…

doradas, cálidas y vívidas velas.


Días pasados caen detrás de nosotros,

una lóbrega fila de velas consumidas;

todavía humean las más próximas,

frías, fundidas y torcidas.


No quiero mirarlas: sus formas me entristecen,

me entristece recordar su luz original.

Miro adelante mis velas encendidas.


No quiero girarme, no quiero ver, aterrado,

con qué rapidez esa oscura fila se alarga,

con qué rapidez una nueva vela muerta sigue a otra.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Las velas apagadas no existen. Hay que hacerse a la idea. Si no, te quedarás a dos velas.

Pilye dijo...

Y tanto que existen !!
Quizá tu seas muy joven y todavía no tengas velas apagadas, pero los que ya tenemos una cierta edad, ya tenemos algunas bastantes, y cada año que pasa se van apagando unas pocas mas.
Como cada poema tiene tantas lecturas como lectores, yo me lo he tomado por las velas apagadas definitivamente, esas otras velas que temporalmente han iluminado nuestras vidas y ahora han perdido su brillo, esas si que hay que hacerse a la idea y olvidarlas.

F. dijo...

Claro que todos vamos dejando atrás una reata de velas apagadas...; pero una vela consumida, con sus goterones de esperma endurecida desbordando los bobeches del candelabro es algo bello de mirar: ¿por qué se entristece al buen Kavafis si mira hacia atrás y remonta hasta el cabo apagado de su bautismo ortodoxo, en la soleada Alejandría?
Más problemátíca es la procesión de velas encendidas que él cree ver balizándole el futuro y que puduieran alumbrar desdichas sin número. O sencillamente que no vayan a encenderse nunca.

tERESA pANZA dijo...

Quien no sabe callar no sabe hablar.

F. dijo...

Se ve que lo dices por mí, Teresa Panza, pero con un año largo de retraso. Serás mala...

F. dijo...

Se ve que lo dices por mí, Teresa Panza, pero con un año largo de retraso. Serás mala...

tERESA pANZA dijo...

¿Cuántas veces será necesario explicar al señor F que los refranes y dichos que la simpar Dulcinea de El Toboso, a no muchas leguas de Toledo, y esta humilde paisana de llanas tierras de la Castilla Nueva, no son sino ramillete o salteado de decires y cantares nacidos y crecidos en esta manchega llanura por dó a veces vuélvese a ver la figura de don Quijote pasar (y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura, etc)?; no debiendo por ende vuesa merced colegir que los susodichos proverbios, dichos de viejas y frases refraneras, todos ellos de rancia raigambre popular, son aquí traídos por alusión o referencia a sus ingeniosas colaboraciones; las cuales, no siendo infrecuentes, no llegan a serlo en tan alto y asiduo grado cual deseáramos otros platicadores habituales de este literario sitio.

tERESA pANZA dijo...

Releyendo mi previo comentario constato que me he liado un poco, y lo que quería decirle es que desearíamos mayor frecuencia (no infrecuencia, cual pudiera deducirse de mi desacertada prosa) en sus comentarios, Sr. F. Sepa además vuesamerced que esta paisana se aburre en demasía desde que su consorte Sancho, el conocido acompañador de don Quijote en sus desvaríos y derroteros, marchó a las Américas, según nuevas que se dicen recogidas en cierto libro salido de la pluma de un tal Trapiello.

F. dijo...

Lo que hace poseer un corazón sensible como el que usted tiene, Teresa mía. En una primera carta me espeta en plena faz que soy un pelmazo impenitente, que me prodigo demasiado
en este foro de las letras, y que sobrepaso en cantidad y frecuencia todo lo esperable (queda claro que deseabais una frecuencia menor o una infrecuencia más frecuente). Pero una hora y seis minutos después de la sutil puñalada, me enviáis otra misiva templando gaitas, protestando de deslices de la sintaxis, de desaciertos en la prosa, de... Palabras, palabras, palabras..., que el mal ya estaba hecho, irremediablemente hecho.
Pero reconozco en usted, Teresa, un corazón caritativo, incapaz de hacer el mal conscientemente. Pero lo cierto es que lo ha hecho, vaya si lo ha hecho: me ha llamado pelma, Aldonza, no lo niegue. Y sufro. Se ha arrepentido una hora y seis minutos después del bajonazo: lo único que prueba este gesto es que es usted buena. Sí.
No se preocupe por mí: siempre me quedará Trapiello. Y algo más.

PD.- La mención que hace usted, Teresa, al aburrimiento que le merodea so la saya desde que su marido se embarcó para las Indias, no sé cómo tomarla... Si como cosa baladí que se deja caer al buen tuntún, o como amistosa (y no niego que sugestiva) invitación -quizás por congraciarse conmigo tras su desplante-
a que la visite en su casa de Argamasilla de Calatrava. Aclárese, por favor.
Ardo, no sé si de impaciencia.

tERESA pANZA dijo...

Una intenta ser fiel a su santo y Sancho esposo, mas créame que las ausencias son traicioneras, mayormente estando ahora entrambos la inmensa mar océana, debiéndosele a ello añadir la abundancia de buenos y galanes mozos que por aquí trasiegan en sus viajes a la Corte desde la Andalucía o viceversa, por ser ésta tierra de caminos. Si vuesa merced, amigo F, pasare por este lugar, no perdería yo la ocasión de tener palique y plática con su persona, sin que eso determine asegurarle nada. Pero recuerde aquí y ahora el refrán aquel de que el hombre es fuego, la mujer estopa y... Y lo que de seguro sabe.

Anónimo dijo...

Trapiello no dice las Américas sino las Indias, que es como entonces se llamaba al nuevo continente en España. Lo de América tardó mucho en abrirse paso, más aún a nivel popular.

tERESA pANZA dijo...

Ya salió el listillo (o listilla). Pues sepa usted que en la Mancha no somos tan cazurros y en estos tiempos ya nos hemos enterado de que la Tierra es redonda cual naranja o pelota, y hasta el Magallanes y el Elcano le han dado la vuelta entera con sus naos, no siendo tierras de Indias donde llegaron don Cristóbal y los Pinzones, sino otra distinta lengua de tierra que por eso llamamos América. Leñe y coñe.

F. in love dijo...

La una y media y sereno. La una y media y vos, amada, (sin ambages lo digo: amada), deslizando el cañón aguzado de una oca sobre un papel marfil de Talavera...,excedente sin duda de una resma del buen Quijano, vecino y amo de vuestro esposo Sancho, ahora en California y por muchos años espero. Y todo porque me quede claro que ansiáis el abrazo de este caballero que os tiene en el punto de mira de su mosquete desde tiempo inmemorial. Pues os veía hace un lustro lavando ropa un un barreño, algo sudorosa, el corpiño abierto, la saya arremangada hasta el nacimiento de los muslos, la generosa grupa oscilante, los senos a punto de desbordar... Y entonces os fijasteis en mi persona y sé que algo conturbó vuestro ánimo y por un momento vuestra mano quedó como prendida en el aire, en suspenso, con un burdo calzón de hombre prendido de los dedos. Os hubiese tomado allí mismo, tal como estabais, sobre la paja de un establo vecino. Pero fuime y no hubo nada.
Y ahora tengo el privilegio de decíroslo, espero que en con discreción y a buen recaudo vuestra fama, pues lo que pudo haber sido mucho en nada se quedó..., como no sea la quemazón indeleble que, de allí en adelante, desvela algunas vigilias nocturnas de este que os viene amando en silencio..., que ahora termina.
He capado el mensaje que habla de vuestra buena disposición hacia mí..., pese a que no me aseguráis nada. Dejadlo de mi parte, que si os conocí al lado de un barreño de agua, mujer al agua habréis de ser al fin. Por estas os lo juro.
Entretened la ardiente espera con este beso que os mando. Teresa.

F. dijo...

He escrito "capado el mensaje..." Nada de eso, por favor, que bien explícito era el vuestro y así lo dejo. Dueña.