zUmO dE pOeSíA

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de todos los colores, de todos los sabores

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lunes, 30 de noviembre de 2020

Las raíces (por Vizma Belševica)


Ser las raíces. En el subsuelo al que jamás

desciende un rayo. Donde la luz no echa un vistazo nunca.

Una rama sin pájaro. Una rama sin hojas.

La fuente de un manantial en la más fina red de fibra

que no debe romperse. El duro trabajo de las raíces.

Sin respiro. (Hasta el sueño de invierno sólo es aparente.)

Almacenar. Alimentar. Saciar. Ser un vínculo mudo

entre el amargo final y la vida. Negado por su propio ser

y tullido para permitir que la flor blanca

celebre el sol,

el poder de la revelación de la belleza.

Ser las raíces. Y no envidiar la flor.


viernes, 27 de noviembre de 2020

Utopía (por Isidro Saiz de Marco)

 

El mundo que imaginas

-sin pérdidas ni arranques,

sin pelear por la vida,

sin armas,

sin dominios,

exento de crueldad y depredación-…;


entristece pensar que el mundo que deseas,

acogedor y amable,

tan distinto de éste,


el mundo con que sueñas y que dibujarías

si por una vez fueses tú el gran diseñador…


en todo lo existente,

en el entero Todo

-en sus galaxias, astros,

territorios remotos,

extraños pasadizos,

en su fluir de siglos, de milenios, de eras,

en cuantas dimensiones se entrecrucen…-,


nunca y en ningún sitio,

¡ en la Realidad toda !


ese mundo que anhelas

pudiera no existir.


miércoles, 25 de noviembre de 2020

Lo que había sido otra cosa (por E. E. Cummings)


la luz del sol se extinguió

nuestras bocas temores corazones pulmones brazos esperanzas pies manos


bajo nosotros el callado Mediterráneo más azul

de lo que habíamos imaginado

algunos gritos surcando

el alto aire

una vela un barco de pesca alguien un espectáculo invisible

quizá ciertos nadies riéndose débilmente


jugando moviéndose lejos debajo de nosotros


quizá una casa de campo prendida como los trozos

de una cometa de los árboles, aquí

y aquí reflejándose

la luz del sol

(por todas partes luz del sol penetrante completa

silenciosa


y por todas partes tú tus besos tu carne espíritu respirando

junto debajo en torno a mí)


después

un denso color se alzó contra el cielo y el mar


…finalmente tus ojos me

conocieron, nos sonreímos, dejándonos, observando

(tumbados, en

la hierba de un

acantilado) lo que había sido otra

cosa convirtiéndose en nosotros cuidadosa lenta fatalmente


mientras en el mismo centro del fuego todo

el mundo se volvía brillante y un poco evanescente


lunes, 23 de noviembre de 2020

De amar aún el mundo (por Francisco Brines)


Abrir los ojos, después de que la noche

recluyera los astros en su amplia cueva rasa,

y ver, tras del cristal,

ya visibles los pájaros

en el fanal aún pálido del sol,

moviéndose en las ramas.

Y cantos que hacen mía la bóveda del aire.

Y sentir que aún me late en el pecho

el corazón del niño aquel,

y amar, en la mañana, la vida que pasó,

y esta maga sorpresa

de amar aún el mundo en la mañana.

Y en el nombre del mar, que está lejano

y azul, siempre tendido

desde el remoto amanecer del mundo,

persignarme la frente, luego el pecho,

los delicados hombros que ahora rozo,

y besar, con los labios del niño rescatado,

este mundo tan viejo,

que hoy no alcanzo a saber

por qué, si el amor no se ha muerto,

me quiere abandonar.


domingo, 22 de noviembre de 2020

Habla el zorro (por Robert Rivas)


Un túnel de puras líneas rectas, pintado de negro

Como tiene curva a la derecha más adelante, parece sin salida

Ventanas rectangulares a ambos lados

Un diminuto zorrito de piel beige clara

cola gruesa y suave

orejas enormes

en el pabellón de los mamíferos

Vidriera, paredes lavadas de negro, piso de 'paisaje' de arena

gris

Por delante -que es lo único que hay- el pasillo

El resto de los compartimientos

podría ser un tren de cemento,

fijo

Va de ningún lado a ningún otro lado

Los 'pasajeros' pasan de largo por el pasillo

Se detienen a veces, miran con escasa atención

El espectáculo es pobre:

se trata de descubrir en qué lugar está el animal

correspondiente

El cartel indica género y especie Y un nombre en latín

Siempre parece ser un lugar abandonado en la noche

Pero el pequeño zorro no tiene manera de saberlo

Prestando cierta atención

al zorrito no le va ni le viene, al parecer

Esto es lo que le ha tocado en suerte

Si tiene memoria, si tuviese alguna noción del futuro

si acaso pudiese preguntarse por el sentido

de su existencia en particular

y de la existencia en general

en ese silencio de cada compartimiento

Excepto por la hora de la comida

que le es deslizada por una puertita vaivén de chapa

en el borde inferior de la pared trasera

sin que se vea a nadie

"Este es el punto cero de la existencia"

podría decir el zorrito beige

provisto de una mochila de lenguaje

¿El tiempo es lo que transcurre

desde que salí del vientre de mi madre

o es mucho pero mucho antes, el tiempo

del origen de los zorritos color beige de cola abundante

y orejas grandes?

Hasta que me quede definitivamente quieto

-tardarán un poco en notarlo-

la oscuridad poblada de silencios

y siseos de reptiles

trinos de insectos

chillidos de pájaros nocturnos

Podría haber sido un civeto, un lemur, una equidna

Pero esta no es una de sus ocurrencias

No conoce a nadie de su especie

ni de otra

Meo-como-cago-duermo

Existo es una palabra dura y diminuta

(también vale para el caso "existencia insuficiente")

y, en mi rincón de arena

en el compartimiento iluminado

sin día ni noche ni sol ni luna

sin viento ni lluvia ni nubes ni estrellas

esto es lo que tengo:

una palabra dura que roer

una palabra mullida en la que acurrucarme


jueves, 19 de noviembre de 2020

La rama verde (por Eloy Sánchez Rosillo)


Ay, árbol del vivir,
árbol de la ilusión y de los desengaños,
de las revelaciones.
Cuando te agita el viento de la edad,
las hojas secas caen.
Pero en la rama aún verde de la infancia
-la que está más arriba, la que en la luz se mueve-
canta el jilguero.


martes, 17 de noviembre de 2020

Ojeadas (por Robert Frost)



A menudo veo flores desde un coche en marcha
que se han ido antes de poder decir cuáles son.

Quiero bajarme del tren y regresar
para ver qué eran, al lado de la vía.

Nombro todas las flores que seguramente no eran:
no hay amantes estramonios donde han ardido bosques

ni campanillas adornando una boca de túnel,
ni altramuces que vivan de arena y sequía.

¿Rozaron mi mente con algo
que nadie en la tierra hallará nunca?

El cielo sólo concede ojeadas a quienes
no están preparados para ver muy de cerca. 


lunes, 16 de noviembre de 2020

Lamento de una viuda en primavera (por William Carlos Williams)


La tristeza es mi propio terreno donde la hierba buena
flamea como frecuentemente
flameó antes aunque no
con el fuego frío
que este año me rodea más de cerca.
Viví treinta y cinco
años con mi esposo.
Hoy el ciruelo está blanco
con montones de flores.
Montones de flores
cargan las ramas del cerezo
y pintan algunos arbustos
de amarillo y otros de rojo
pero la pena en mi corazón
es más fuerte que ellas
porque si antes fueron
mi alegría, hoy apenas las percibo, 
doy la vuelta queriendo olvidar.
Hoy mi hijo me contó
que en las praderas
hacia el límite del bosque espeso
a lo lejos, vio
árboles de flores blancas.
Siento que me gustaría
ir allí
y caer entre esas flores
y hundirme en el pantano junto a ellas.


viernes, 13 de noviembre de 2020

Saluda de nuevo a la carretera (por Lew Welch)


Cerré la puerta de la choza, cargué el coche y
conduje a San Francisco
400 millas a través de valles de alondras —

las colinas ese año tan verdes un
brillo de oro se proyecta sobre ellas,
como si el ojo no pudiera
aguantar un verde así

¡y ni una sola amapola!
flor del Estado
inquietantemente desaparecida

Pero nada importa en mi Coche de Supervivencia cuando
¡Oh, a mi Dama le gusta viajar conmigo!

buen whiskey
extensión de cemento
asiento trasero
rifle comida y saco de dormir

Inmóvil, finalmente, finalmente solo
a la deriva en el cinturón de cemento a
70-millas-por-hora bajo mi coche
Quieto, salvo el balanceo del volante, y
¡Ella!
¡a mi Dama le gusta cantarme!

discursos anarquistas de 5 horas,
arreglar canciones equivocadas todo el invierno

(y ni siquiera me deja parar a apuntarlas)

Buen
Whiskey

Extensión de cemento
Canción de Gran Motor Chewy 6 Capas qué
sin santuario,
peregrino
por el mundo.


jueves, 12 de noviembre de 2020

Damos vueltas inéditas (por Verónica Zondek)


Todo calculado:

sol

oficinas

aviones y pan.


Mientras

damos vueltas inéditas en tierra redonda y suelo plano

y casi doctos

enterramos uña para arraigar.


Así

no otra sino caer al abismo

sentir ternura

besar con amor el naderío

y gozar.


Así

no otra que desnudos.


miércoles, 11 de noviembre de 2020

Detrás de aquella puerta (por Olga Orozco)


En algún lugar del gran muro inconcluso está la puerta,
aquella que no abriste
y que arroja su sombra de guardiana implacable en el revés de todo tu destino.
Es tan solo una puerta clausurada en nombre del azar,
pero tiene el color de la inclemencia
y semeja una lápida donde se inscribe a cada paso lo imposible.
Acaso ahora cruja con una melodía incomparable contra el oído de tu ayer,
acaso resplandezca como un ídolo de oro bruñido por las cenizas del adiós,
acaso cada noche esté a punto de abrirse en la pared final del mismo sueño
y midas su poder contra tus ligaduras como un desdichado Ulises.
Es tan solo un engaño,
una fabulación del viento entre los intersticios de una historia baldía,
refracciones falaces que surgen del olvido cuando lo roza la nostalgia.
Esa puerta no se abre hacia ningún retorno;
no guarda ningún molde intacto bajo el pálido rayo de la ausencia.
No regreses entonces como quien al final de un viaje erróneo
-cada etapa un espejo equivocado que te sustrajo el mundo-
descubriera el lugar donde perdió la llave y trocó por un nombre confuso la consigna.
¿Acaso cada paso que diste no cambió, como en un ajedrez,
la relación secreta de las piezas que trazaron el mapa de toda la partida?
No te acerques entonces con tu ofrenda de tierras arrasadas,
con tu cofre de brasas convertidas en piedras de expiación;
no transformes tus otros precarios paraísos en páramos y exilios,
porque también, también serán un día el muro y la añoranza.
Esa puerta es sentencia de plomo; no es pregunta.
Si consigues pasar,
encontrarás detrás, una tras otra, las puertas que elegiste.



martes, 10 de noviembre de 2020

Pasó el amor (por Miguel Hernández)


El amor ascendía entre nosotros
como la luna entre las dos palmeras
que nunca se abrazaron.

El íntimo rumor de los dos cuerpos
hacia el arrullo un oleaje trajo,
pero la ronca voz fue atenazada.
Fueron pétreos los labios.

El ansia de ceñir movió la carne,
esclareció los huesos inflamados,
pero los brazos al querer tenderse
murieron en los brazos.

Pasó el amor, la luna, entre nosotros
y devoró los cuerpos solitarios.
Y somos dos fantasmas que se buscan
y se encuentran lejanos.


sábado, 7 de noviembre de 2020

Me arrancaron del sol blanco (por Jerome Rothenberg)


Me arrancaron del sol blanco y me
trajeron al sol negro, me
hicieron dormir entre hileras de abrigos:
yo era un niño de ciudad perdido en el campo, una
herida en la mano era todo lo que sabía de los sauces.
¿Puedes entender, oyes el ancho
bramar del viento contra el flanco
de la vaca, y los grillos que corren por mis
mangas, los grillos llenos de noche, como
pequeños soles negros? Inténtalo, yo también lo haré.
Sólo este grito guarda mi corazón, sólo este lamento.
Me arrancaron del sol blanco y me
trajeron al sol negro, y ahora no hay puerta
ni camino por donde volver.


viernes, 6 de noviembre de 2020

Esas sombras (por Joaquín Marco)

 

Todas las páginas están en blanco: tu diario.

Los recuerdos se confunden,

las fechas resultan ya improbables.

Tienes en la memoria una mezcla

de lo vivido y lo imaginado.

Tu vida es una anécdota fugaz

e intrascendente. Tus olvidos

alcanzan las palabras. Se reiteran

los pasos en la nieve, te persiguen los huecos,

identificas los vacíos. Tu perdida memoria,

los seres que te amaron, aquellos que murieron,

sus ojos fueron verdes o ciegos.

Te amaban en su noche: esas sombras.

Nunca anotaste fechas, llantos, una playa

desierta, extraviados en los caminos

sin salida. Repasas cuidadosamente

estas páginas albas. Desmemoriado, sin filtro,

te has convertido en un interrogante. 


lunes, 2 de noviembre de 2020

Y sale por mi boca (por Andrea Wolf)



Empieza como un susurro

apenas una pisada

sobre la arena seca

y va en aumento

hasta volverse ruido

como el del tren que pasa

y de tanto pasar

se hace imperceptible

sin darme cuenta

termina alzándose

como una espada

que me atraviesa

y sale por mi boca

como un grito

así la voz de mi madre.