Amigable borrón:
que a palabra no llegaste,
idea
que nació muerta,
la sensatez detuvo
tu "debe ser",
la gravedad te impulsó
a estrellarte.
Amable y discreto borrón,
-tachón que no fuiste,
quizá sí arrepentimiento,
accidente, descuido, ira,
temblor inefable-:
no me tengas en cuenta
hoy,
no me afees la insolencia
de nombrarte.
Pues,
¿quién en su expediente
no te tiene?,
¿quién no quisiera hacer
cuenta nueva
y olvidarte?
3 comentarios:
Una enorme goma de borrar para suprimir los errores, es lo que necesitamos.
Todo aprendizaje pasa por el error.
UNAS VECES SE GANA Y OTRAS SE APRENDE
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