lunes, 8 de febrero de 2010
Cuando los niños juegan (por Fernando Pessoa)
Cuando los niños juegan
y les oigo jugar,
un no sé qué en mi alma
empieza a alegrarse.
Siento toda la niñez
que no pude tener
en una onda de alegría
que no fue de nadie.
Si quien fui es un enigma
y quien seré una imagen,
quien soy sienta, al menos,
esto en el corazón.
y les oigo jugar,
un no sé qué en mi alma
empieza a alegrarse.
Siento toda la niñez
que no pude tener
en una onda de alegría
que no fue de nadie.
Si quien fui es un enigma
y quien seré una imagen,
quien soy sienta, al menos,
esto en el corazón.
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7 comentarios:
Gracias por este poema de Pessoa que buscaba, y encuentro ahora al descubir tu espacio. Gracias por ambas cosas.
Saludos...
Gracias a ti, Ángel, por tu visita.
Lo peor del dentista es la sala de espera.
Pobre de aquella cara que los aprendices de barbero afeitan.
(proverbio rumano)
Cuando el sabio yerra, el necio se alegra.
Alabada sea la madre
que parió a los guitarreros,
que cuando van por la calle
van derramando salero.
El sol estalla:
se derrumba
a refrescarse en tu alegría.
Revientan olas de tu pecho.
Yo me baño en tu risa.
Olas altas y soles
de playas apartadas.
Tu risa es la creación
feliz de ser amada.
(GABRIEL ZAID)
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