domingo, 9 de enero de 2011
Estás (por Saiz de Marco)
Podrías no estar aquí.
Podrías ser ausencia, oquedad, nada...
y sin embargo estás.
En lugar de tu voz
podría estar el silencio.
En lugar de tus ojos
el aire omnipresente.
En lugar de tus pasos
el ruido de la calle que entra por las rendijas.
En lugar de tu risa
un zumbido lejano, el viento en los postigos, un eco que persiste.
Podrías no estar aquí.
Podrías ser un delirio, una ráfaga, un hálito.
Podrías ser meramente una extraña carencia,
lo que sin faltar falta,
algo que sin saberlo echaría ahora de menos.
Podrías no estar aquí
y sin embargo
estás.
Podrías ser ausencia, oquedad, nada...
y sin embargo estás.
En lugar de tu voz
podría estar el silencio.
En lugar de tus ojos
el aire omnipresente.
En lugar de tus pasos
el ruido de la calle que entra por las rendijas.
En lugar de tu risa
un zumbido lejano, el viento en los postigos, un eco que persiste.
Podrías no estar aquí.
Podrías ser un delirio, una ráfaga, un hálito.
Podrías ser meramente una extraña carencia,
lo que sin faltar falta,
algo que sin saberlo echaría ahora de menos.
Podrías no estar aquí
y sin embargo
estás.
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5 comentarios:
este vato está muy loco
Pues a mi me gustó.
¡Qué lástima será el ver
la gachí que uno camela
camelando a otro gaché!
La solemnidad es el disfraz favorito de la nadería.
Quien no come después de harto no trabaja después de cansado.
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