Ver una entrada al azar
Gracias aroma
azul,
fogata
encelo.
Gracias pelo
caballo
mandarino.
Gracias pudor
turquesa
embrujo
vela,
llamarada
quietud
azar
delirio.
Gracias a los racimos
a la tarde,
a la sed
al fervor
a las arrugas,
al silencio
a los senos
a la noche,
a la danza
a la lumbre
a la espesura.
Muchas gracias al humo
a los microbios,
al despertar
al cuerno
a la belleza,
a la esponja
a la duda
a la semilla
a la sangre
a los toros
a la siesta.
Gracias por la ebriedad,
por la vagancia,
por el aire
la piel
las alamedas,
por el absurdo de hoy
y de mañana,
desazón
avidez
calma
alegría,
nostalgia
desamor
ceniza
llanto.
Gracias a lo que nace,
a lo que muere,
a las uñas
las alas
las hormigas,
los reflejos
el viento
la rompiente,
el olvido
los granos
la locura.
Muchas gracias gusano.
Gracias huevo.
Gracias fango,
sonido.
Gracias piedra.
Muchas gracias por todo.
Muchas gracias.
Oliverio Girondo,
agradecido.
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9 comentarios:
Vamos, que gracias a la vida, que me ha dado tanto (Violeta Parra)... aunque no todo el mundo pueda decirlo. A algunos, como los que murieron en la infancia o en la juventud, la vida les negó hasta la propia vida. Por lo demás, sea grata o ingrata esa señora (me refiero a la vida en abstracto), está claro que no tiene entendederas para comprenderlo.
Malo es llegar a viejo, y peor no llegar a eso.
Vereda que no conoces,
más vale que no te metas,
porque las más de las veces,
en vez de acercar, aleja.
No es posible limpiar algo sin ensuciar nada. Pero sí se puede ensuciar todo sin limpiar nada.
¡Pobre del nadador que somormuja y bucea en ese mar salobre de la memoria!
(DÁMASO ALONSO)
Si los cónyuges no vivieran juntos abundarían más los buenos matrimonios.
(NIETZSCHE)
Casa de citas:
No es somormuja sino "somorguja".
Somorgujar:
(Del lat. *submerguculāre, de mergŭlus, somormujo).
1. tr. Sumergir, chapuzar. U. t. c. prnl.
2. intr. Bucear bajo el agua.
Los dioses no hacen por los hombres aquello que los hombres deben hacer por sí mismos.
(HOMERO)
Mantén, camino, tú, la esperanza.
Van cayendo los días
en las secas cunetas de mis años,
pasan las estaciones,
otros son los viajeros que hoy marchan a mi lado,
ha caído algún árbol que estuvo antes erguido
y las aves que perdieron el rumbo
vuelan ya de regreso.
Mantente tú, camino,
con cansancio y con sed, con hambre y con deseo,
y dame tus placeres,
tu empinada hermosura hacia el ocaso.
(SÁNCHEZ CARRIÓN)
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