Tú que llevas las manos empapadas de ausencia
y los labios de olvido,
con los párpados duros bajo un peso de estrellas,
la garganta sin ecos
y los pasos profundos sollozando silencio;
con las formas diluidas
y las voces vaciadas en secretos de seda,
no te das ya palpable,
modelada en ti misma
con la piel de luceros protegiendo la forma
y una alondra de luces en la firme promesa.
Tú que llevas las manos de ausencia.
Yo que llevo la sombra de las noches heridas,
las heridas en sombras,
la conciencia obstinada sobre el yunque del hielo
y el enorme vacío,
el enorme vacío de tu nombre ya suelto.
¡Oh qué cruz de destinos!
Tú que llevas las manos empapadas de ausencia,
yo que llevo las sombras de los cuervos agónicos
sobre hielos nocturnos.
5 comentarios:
Ninguna cosa más rica que rascarse donde pica.
¡Oh, crear! ¡He de crear! Es lo único importante. Es lo único que queda. ¡Crear y nada más! ¡He de tapar el fracaso de mi vida con la belleza de mi obra! ¡Crear!
(ALEJANDRA PIZARNIK)
El bebé Hitler
con chupete en su cuna
tan dormidito.
(CUQUI COVALEDA)
Te vas a morir una vez. Así que procura no morirte más veces por el camino.
A los fanáticos no les pediría que piensen como yo. Sólo que piensen.
(RUSSELL)
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