Ver una entrada al azarmartes, 8 de enero de 2013
Volviendo a buscarlas, volviendo a buscarme (por José Hierro)
Me da pena pensar que algún día querré ver de nuevo este espacio,
tornar a este instante.
Me da pena soñarme rompiendo mis alas
contra muros que se alzan e impiden que pueda volver a encontrarme.
Estas ramas en flor que palpitan y rompen alegres
la apariencia tranquila del aire,
esas olas que mojan mis pies de crujiente hermosura,
el muchacho que guarda en su frente la luz de la tarde,
ese blanco pañuelo caído tal vez de unas manos,
cuando ya no esperaban que un beso de amor las rozase...
Me da pena mirar estas cosas, querer estas cosas, guardar estas cosas.
Me da pena soñarme volviendo a buscarlas, volviendo a buscarme,
poblando otra tarde como ésta de ramas que guarde en mi alma,
aprendiendo en mí mismo que un sueño no puede volver otra vez a soñarse.
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10 comentarios:
"Me da pena pensar que algún día querré ver de nuevo este espacio"...
Qué penita, qué penita,
premonitorio el Pepe Hierro,
que de este espacio vacío,
otrora pleno de gracias,
zascadil y pendenciero,
anticipa la saudade
de los tiempos venideros.
Es hoy un áspero yermo,
donde crecen las retamas,
y los lagartos solares
corretean entre piedras
y polvaredas lunares.
Ay, Pepe Hierro del alma,
transfúndenos medicina,
y sácanos de este cráter:
sea el hierro de tu sangre
la eficaz hemoglobina
que nos salve del desastre.
Si no, requiescat in pace.
Firmado: Infanta Cristina.
Quien todo lo quiere, todo lo pierde.
Esta gitana está loca:
Quiere que la quiera yo.
Que la quiera su marido,
que tiene la obligación.
El hombre cauto no prueba la profundidad de un río con los dos pies.
(proverbio nepalí)
Educar es favorecer la adicción al gozo intelectual.
(WAGENSBERG)
Al mundo llegan
a través de los úteros
gentes inéditas.
(RAFAEL BALDAYA)
No hay atajo sin trabajo.
Anoche yo tuve un sueño
que te ha de dar mucha risa
Soñé que dormí en tus brazos
y amanecí en tu camisa.
Quien se sabe profundo se esfuerza por ser claro. Quien se sabe superficial se esfuerza por ser oscuro.
(NIETZCHE)
Madre, yo quiero casarme,
que me pica el pajarín.
Ráscatelo, hija del alma,
que también me pica a mí.
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