viernes, 3 de mayo de 2013
Con quién habla (por Floridor Pérez)
He visto a un hombre arrodillarse sobre un prado.
Jardinero que riega una flor subterránea,
no lleva regadera ni agua le falta
como si fluyera de su propio ser.
Estoy cerca de él, pero él
está lejos de todos y de todo.
Y sin embargo habla ¿con quién habla
este hombre que no habla con nadie?
Habla con alguien que fue él
y ahora sólo es parte de él y de la tierra:
lo increpa, ruega, lo maldice,
le golpea la cabeza con un por qué:
¿por qué / por qué / por qué / por qué?
Y no sabe -ni yo- ni nadie sabe
qué decirle a ese hombre que una tarde
-domingo en Concepción- riega su hija
en un parque, y le deja una flor
y un caballito blanco de juguete
para que vuelva a casa por la noche:
caballito blanco
llévame de aquí
llévame a la cuna
donde yo nací.
Y de noche la sueña: y en sueños se levanta
y la cubre, porque llueve en el sur
-ay, cómo llueve en su lecho de trébol-
y yo sueño con él, lo sueño niño
y en sueños se hace hombre
y se arrodilla sobre un prado,
se dobla como un herido a bala
pero no cae, se levanta
-con todo el peso del dolor se levanta-
y en sueños le pregunto ¿cómo? ¿cómo?
Y no sabe -ni yo- ni nadie sabe.
Jardinero que riega una flor subterránea,
no lleva regadera ni agua le falta
como si fluyera de su propio ser.
Estoy cerca de él, pero él
está lejos de todos y de todo.
Y sin embargo habla ¿con quién habla
este hombre que no habla con nadie?
Habla con alguien que fue él
y ahora sólo es parte de él y de la tierra:
lo increpa, ruega, lo maldice,
le golpea la cabeza con un por qué:
¿por qué / por qué / por qué / por qué?
Y no sabe -ni yo- ni nadie sabe
qué decirle a ese hombre que una tarde
-domingo en Concepción- riega su hija
en un parque, y le deja una flor
y un caballito blanco de juguete
para que vuelva a casa por la noche:
caballito blanco
llévame de aquí
llévame a la cuna
donde yo nací.
Y de noche la sueña: y en sueños se levanta
y la cubre, porque llueve en el sur
-ay, cómo llueve en su lecho de trébol-
y yo sueño con él, lo sueño niño
y en sueños se hace hombre
y se arrodilla sobre un prado,
se dobla como un herido a bala
pero no cae, se levanta
-con todo el peso del dolor se levanta-
y en sueños le pregunto ¿cómo? ¿cómo?
Y no sabe -ni yo- ni nadie sabe.
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2 comentarios:
Llévate, viento,
a tan impresentable
panda de yoes.
(CUQUI COVALEDA)
Acuérdate, cuando ates, de que has de desatar.
(proverbio persa)
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