me saludas detrás de la ventana
en tu idioma silvestre y pajarero.
Por esa especie de fidelidad
que acompaña y anima mi labor
diaria, por el cálido rumor
con que me asistes en mi soledad,
que te visiten lluvias oportunas,
que el favor de los soles y las lunas
prolongue muchas décadas tu edad,
que cada renovada primavera
traiga a la intimidad de tu madera
algo así como la felicidad.
1 comentario:
Qué hermoso poema y qué estupenda foto para acompañar su lectura. Gracias una vez más.
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