Quise dormir en la vieja cama del arte
para encontrar consuelo.
Es un viejo sueño, me dice el arqueólogo.
Un sueño desde las cuevas del paleolítico,
sólo se necesita coraje al despertar.
La realidad semeja un eco de migraciones,
una llanura seca donde buscamos un árbol de mango
para hundirnos en su sombra.
Lo real siempre está diciéndonos adiós.
2 comentarios:
La cultura y el arte sirven para autoengañarnos y ocultarnos que somos tubos andantes (gusanos erguidos que, en vez de reptar, andan). Y así, pintando en las cuevas o componiendo sinfonías, disfrazamos y disimulamos nuestra gusanez.
Wang Jiling preguntó cuál era la diferencia entre la poesía y la prosa.
Wu Qiao le respondió que el mensaje de un escritor es como el arroz:
"Cuando escribes en prosa, cocinas el arroz. Cuando escribes poesía, conviertes el arroz en vino de arroz.
Cocinar el arroz no cambia su aspecto, pero convertirlo en vino de arroz cambia tanto su calidad como su aspecto...
El vino de arroz, por otra parte, lo embriaga a uno; convierte en alegres a los tristes y en tristes a los alegres.
Su efecto está sublimemente más allá de la explicación."
(LU JUREN)
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