lo que brillaba
lo que encendía la vida
lo que emitía destellos de ardor y claridad
lo que irradiaba e iluminaba instantes en medio de lo lúgubre
lo que hacía incandescentes, a veces, los minutos
aquello que fulgía
a todo eso
qué pátina
qué neblina por dentro
qué barniz en mis ojos
qué incrustada humareda, ¡ladrona de la luz!
lo volvió gris
3 comentarios:
Tanto amor ¿quién me lo quita?
Tanta dicha ¿quién me roba?
Los mejores años de mi vida
pasaron conmigo ausente, pasaron
en una corriente subterránea.
No me enteré de nada, distraído
con la caída de la hoja,
la densa mezcla de pan y desorden.
Estaba todo por pasar, pero yo sólo atendía
a pequeñas querellas
y tímidos pasos sin ton ni son, siempre a la espera
de no tener futuro. Sentado, como un pobre
sobre un pozo de petróleo,
medía con tijeras las semanas,
me mezclaba con libros, ansiaba
el día en que dejara de sangrar.
Los mejores años de mi vida los cambié
por esto.
(JOSÉ MIGUEL SILVA)
¿Y de la angustia qué decir? Es un automóvil vacío sobre el cual se mueve la luna: es el páramo que siempre miramos desde la ventana del tren, y ya nunca más vemos, a medida que la infancia se pro longa en cartas y hospitales, besos frustrados y desmayos observados desde un espejo. La angustia viene, no busca nada que desde siempre no le pertenezca, con sus ojos largos hace su jardín.
(ROBERTO BOLAÑO)
Publicar un comentario