Cada vez que estoy en un aeropuerto,
pienso que debería cambiar
drásticamente mi vida: Matar las niñerías,
empezar a portarme según mis números, prender fuego
al desorden y reptar por debajo
del radar como un can que escapó
escabulléndose a lo largo de la cerca.
Estaría tejida en ochos hasta el cuello,
más bella que comprándolo, confiaría
en el creador y arreglaría mis problemas
con rezos y propiedades.
Luego, pienso en ti, en casa
con el perro, el campo lleno
de brotes púrpuras —somos pequeños
y defectuosos, pero yo quiero ser
quien soy, yendo donde
estoy yendo, todo de nuevo.
5 comentarios:
Nuestras vidas son suizas,
tan quietas, tan frías,
hasta que una tarde extraña
los Alpes se olvidan de sus cortinas
y miramos detrás.
Italia está al otro lado
mientras, en medio como un guardia,
los Alpes solemnes,
los Alpes sirenas
se interponen para siempre.
(EMILY DICKINSON)
La vida es del tamaño de tu coraje.
todos duermen
te escabulles de la cama,
de la casa
y un poco de vos
con una manta salís al patio
vas al fondo
sobre el pasto
te recostás entre el naranjo
y las azucenas
los grillos frotan sus alas contra tus bordes
una babosa se te acerca a la velocidad
imperceptible
con que se desplaza la Tierra
y la tierra
quisiera devorarte
tierna
como a un bulbo
pero
lo fértil te rechaza:
buscas el fulgor
calcáreo
de los mares australes
un destello
crees que eso es un milagro y
sólo querés
mirar el cielo en modo bulbo
sos un tajo con tanto tiempo de exposición que
necesitas todas las estrellas
para cauterizar tu noche
igual
no vuelvas a la cama
mira la babosa
vas a lograrlo
(GUSTAVO TISOCCO)
Me ha gustado mucho. -
Esta poeta, aunque por el nombre parece de origen hispano, escribe en inglés. El texto original del poema es como sigue:
Every time I’m in an airport,
I think I should drastically
change my life: Kill the kid stuff,
start to act my numbers, set fire
to the clutter and creep below
the radar like an escaped canine
sneaking along the fence line.
I’d be cable-knitted to the hilt,
beautiful beyond buying, believe
in the maker and fix my problems
with prayer and property.
Then, I think of you, home
with the dog, the field full
of purple pop-ups—we’re small
and flawed, but I want to be
who I am, going where
I’m going, all over again.
El hombre obstinado no tiene opiniones. Son éstas las que lo tienen a él.
(ALEXANDER POPE)
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