jueves, 31 de diciembre de 2009
Usurpando (por Saiz de Marco)
De no estar yo
(eso tan común, eso que estuvo a punto de pasar:
innacer, invivir, inexistir, inser)
¿quién habría llenado
mi cuna,
mi almohada,
mi pupitre en la escuela,
mi mesa en la oficina,
mi puesto en otro corazón?
¿De quién serían todos los sitios que ocupé?
¿De quién sería ahora este yo que acaparo?
¿A quién le he arrebatado
esta plaza en el mundo?
(eso tan común, eso que estuvo a punto de pasar:
innacer, invivir, inexistir, inser)
¿quién habría llenado
mi cuna,
mi almohada,
mi pupitre en la escuela,
mi mesa en la oficina,
mi puesto en otro corazón?
¿De quién serían todos los sitios que ocupé?
¿De quién sería ahora este yo que acaparo?
¿A quién le he arrebatado
esta plaza en el mundo?
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6 comentarios:
El territorio de nuestro yo llega hasta donde abarcan nuestras terminaciones nerviosas.
El fuego de mi pecho
tú lo encendiste.
Yo me quedé en las llamas
y tú te fuiste.
Malhaya el fuego
donde tú no te abrasas
y yo me quemo.
Copiar a uno es plagiar.
Copiar a dos es adaptar.
Copiar a tres es plagiar.
Pensó escribir novelas. Pero se dio cuenta de que eso implicaba escribir frases del tipo "Llegó a la oficina un cuarto de hora tarde", o "Se rascó el pie derecho". Y como no estaba dispuesto a ello, decidió escribir sólo poesía.
Matar bajo la mascara de la Guerra no es otra cosa que un acto de asesinato.
(EINSTEIN)
La verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la física... Pero no para la vida. En la vida, la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza cuentan más.
(SÁBATO)
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