lunes, 25 de enero de 2010
Creían en los hombres (por Saiz de Marco)
Creían en los hombres,
soñaban la utopía.
No sabían de ruindad,
de abyección,
de pequeñez.
No:
ellos creían en los hombres,
soñaban la utopía.
Decían camarada,
compañero,
paz,
humanidad,
mañana…
Apenas tenían ojos para
lo pequeño,
lo abyecto,
lo mezquino.
Creían que el coraje extirparía la ruindad.
Creían que la entrega derribaría la abyección.
Creían que la grandeza aboliría la pequeñez.
Y no. No siempre.
Pero ellos lo pensaban.
Por eso creían en los hombres,
soñaban la utopía.
Creían en nosotros: en nuestra altura, en nuestro valor.
Tal vez aún creen.
Tal vez aún sueñan.
Si es así
por favor no habléis,
no tosáis,
no respiréis.
No hagáis ruido. Andad de puntillas.
(No sea que los despertemos.)
Si es así
-si aún creen, si aún sueñan-,
entonces velemos, protejamos su idealismo.
Si es así,
preservemos su
sagrado
sueño.
soñaban la utopía.
No sabían de ruindad,
de abyección,
de pequeñez.
No:
ellos creían en los hombres,
soñaban la utopía.
Decían camarada,
compañero,
paz,
humanidad,
mañana…
Apenas tenían ojos para
lo pequeño,
lo abyecto,
lo mezquino.
Creían que el coraje extirparía la ruindad.
Creían que la entrega derribaría la abyección.
Creían que la grandeza aboliría la pequeñez.
Y no. No siempre.
Pero ellos lo pensaban.
Por eso creían en los hombres,
soñaban la utopía.
Creían en nosotros: en nuestra altura, en nuestro valor.
Tal vez aún creen.
Tal vez aún sueñan.
Si es así
por favor no habléis,
no tosáis,
no respiréis.
No hagáis ruido. Andad de puntillas.
(No sea que los despertemos.)
Si es así
-si aún creen, si aún sueñan-,
entonces velemos, protejamos su idealismo.
Si es así,
preservemos su
sagrado
sueño.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Aterrizamos.
Las hormiguitas son
mujeres y hombres.
(CUQUI COVALEDA)
Bravo, Cuqui, cada día mejor. Este (aterrizaje) complementa al anterior (vuelo):
Abajo un mapa
a escala -tonos, líneas-
desde el avión.
Leer un haiku
de Cuqui Covaleda,
siempre un deleite.
Diga usted, señor platero,
cuánta plata es menester
para engarzar un besico
que me ha dado una mujer.
Lo contrario de un golpe con el puño derecho no es un golpe con el puño izquierdo, sino un abrazo.
(ARAMBURU)
Los novedosos apedrean a los originales.
(MACHADO)
Publicar un comentario