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viernes, 15 de enero de 2010

Nuestra felicidad (por Alfonso Alcalde)

En realidad habíamos nacido
el uno para el otro.
Jamás tuvimos un “sí” o un “no”.
Comíamos los dos de un mismo plato.
Ella leía, yo dormía.
La transfusión de ideas era magnífica.
La parentela se daba la mano los domingos.
Hacíamos intercambio de empanadas y pequeños
planes sumamente económicos; comprar maní; leer
una revista, hacer un viaje en ferrocarril.
No hay que complicarse la existencia.
Ése era el slogan favorito.
Y ya ven ustedes el resultado.
Para ponerle el broche de oro a nuestra
felicidad salíamos a dar una vuelta por el barrio.
Mostrábamos nuestros querubines.
Ella de taco bajo y yo sin corbata,
tal como si nos hubieran sacado de un cuadro.
Sólo nos faltaba hablar.
El sol nos revestía de gloria y no era para menos.
La radio invadía nuestro espíritu
con esos gloriosos avisos de Juicio Final, cantados.
Siempre estábamos en comunicación:

Buenos días, ¿como está usted?
Buenas noches. Bien gracias. ¿Y su familia?
Bien. ¿Y la suya?
Pero envejecemos juntos. De eso
no hay duda. Otros tienen su propio infierno.
Acércate porque tengo frío. Estas son
las tentaciones que matan. Te conozco de memoria.
Me conoces de memoria. El tiempo cambia, antes
llovía más seguido. Nos gustaba mojarnos. Éramos
jóvenes. Léeme, por favor el pronóstico
del tiempo: el norte claro…
Buenas noches, querida. Dale cuerda
al despertador. ¿Cerraste todas las puertas
menos una? Mañana será otro día.
Mañana será otro día.
Mañana…

14 comentarios:

Victor Saltero dijo...

La felicidad pasa desapercibida. Hay que utilizar un potente detector para localizarla, generalmente a toro pasado.

Juanjo dijo...

Es como la salud, que sólo se nota cuando falta.

Pepeíllo dijo...

Juanjo, ¿qué haces perdiendo el tiempo por los blogs?
No te distraigas y acude a todos los mítines que puedas del PP. Además, necesitan a voluntarios para dar los panfletos.

Juanjo dijo...

Ya sé que este blog (para mí el mejor de la red) tiene a gala no borrar ningún comentario, pero un poco de respeto entre los comentaristas no estaría mal, más que nada para estar a la altura del contenido que tenemos la suerte de leer a diario.

Can-ji dijo...

No hay que ser acusica (Confucio).

Tragikomedia dijo...

Por favor, no ensuciéis de política este lindo blog. Yo por mi parte lo único que pido es seguir contando con una TVE plural. Me da pánico la posible urdacización.

Al dijo...

Oye, tragicómico (¿eres Calixto o eres Melibea?; conviene que eso del sexo quede claro, porque aunque parezca que no -y no seamos machistas- tiene su aquel de importancia), ¿a qué viene esa admonición tuya, como si lo que este dechado de pureza moral y de no menor fuste ético (que soy yo) anduviese por la Red dejando cagaditas de perro faldero?
¿Ensuciar dices tú?
Si te da pánico la urdacización de la tele, si temes por las libertades, si recelas de las hienas que acechan (¿cuándo han dejado de hacerlo?), baja a la pocilga, empuércate las manos y la boca, rueda por el suelo abrazado a un basilisco, sin reparar en que se embarre la chupa que le has comprado a don Amancio.
Guerra a los liberticidas en cada palmo de terreno..., y mucho más si la arena es un blog de Poesía.
Me ciscaría yo en la sublime poesía si pasara de ocuparse de estas cosas.
El dulce Federico, cambió su terno inmaculado por el mono proletario; no le supieron peor las sardinas en conserva que los pescaítos fritos de Algeciras: aquellas que compartió -a punta de navaja- con los compañeros, recostado contra la chapa de la camioneta, del lado de la sombra que los protegía del despiadado sol de la despiadada Iberia.
No me hagas ascos -buen juglar de las innúmeras tragedias y de las comedias bien escasas- de la rudeza que algunos oponemos a la maldad de quienes quieren aherrojarnos. Están en juego muchas cosas más valiosas que los manuales de urbanidad y buenas costumbres. Destierra el papel de fumar de tu toilet diaria.
Porque, ya se sabe, quien repara en pelos no ha de comer cerdo.
Y el cerdo llega a ser un animal muy peligroso, que devora a los niños..., o su futuro.

Salú.

Anónimo dijo...

Habláis de urdacización y es verdad que con ese periodista TVE alcanzó terribles cotas de manipulación informativa. Pero es un mal sempiterno de la TV pública (fijaos en los canales autonómicos, y recordad la época de TVE bajo el guerrista Calviño). El denostado Zapatero ha sido el único presidente que no ha manipulado TVE, y con él la tele pública ha sido plural y objetiva. La verdad, no creo que Rajoy tenga la suficiente talla moral para mantener este estatus. Así que también soy de los que temo una nueva urdacización.

Tragikomedia dijo...

Soy mujer y no tengo nada en contra de que se hable de política, pero, habiendo cientos de miles (tal vez millones) de foros y blogs en Internet en los que puede hablarse de política (y de economía, y de elecciones, etc), ¿por qué venir a hablar de política precisamente a un foro de poesía?

Las personas que comentan aquí son grandes lectores y por ellos he aprendido algunas cosas. En una conversación reciente se aludía a las poesías políticas de los dos Machados, Miguel Hernández, etc, y si algo está claro es que esos versos son de lo peor que escribieron. Porque cuando la política entra por la puerta, la poesía sale por la ventana.

Al dijo...

Tu tragedia es no darte cuenta de que la vida cultural de los pueblos y la POLÍTICA que la embrida son inseparables: no hay poesía sino en un medio político dado. De modo que, determinadas políticas favorecen o coartan la libre emisión de flujo poético, de la cultura toda en definitiva.
Curiosa prevención la que tú tienes para con lo político. Como si no existiese un Amazonas de caudal poético que halla su venero en la política.
Me asombra tu alegato de que lo peor de los poetas venga de su postura política. ¿Ignoras la poesía épica? No es acaso la Ilíada una epopeya con fondo político? Decir que los versos militantes de Alberti o Miguel Hernández son de lo peor que han hecho mueve a risa.
Tú confundes el artificio parlamentario, las fintas innobles, las triquiñuelas bastardas de este Patio de Monipodio que es esta adocenada "democracia" nuestra (y de tantos otros), con la profunda entraña que demanda soluciones para que el Hombre viva con la dignidad de tal. Y que el ejercicio del poder del pueblo..., sólo se articula dentro de la honesta y democrática
Política.
Abominar de ella, al punto de considerarla indigna de mención cuando se habla de la berlleza o de la cultura, es solemne majadería, apoliticismo estéril, endeblez del espíritu, flojera del discernimiento.
Tu punto de vista respecto a la política es tragicómico. Casí más trágico que cómico, con la que está cayendo.

Tragikomedia dijo...

Vale, no estoy de acuerdo, pero en cualquier caso todo eso se puede decir en otro tono y, sobre todo, con otro estilo. Recuerda:

-El tono es el mensaje.

-El hombre es el estilo.

-Cuando Juan habla de Pedro, dice más de Juan que de Pedro.

Al dijo...

El mensaje es el mensaje, y no vale un gramo de más ni un gramo de menos si lo dice la imponente voz de José Hierro o el maltrecho bandoneón de Jorge L. Borges.
He oído a Neruda -y ya lo tengo dicho- desgranar la belleza con voz de plañidera... Pero vuelvo a leerlo en el papel y me inunda la hermosura de su verso.
Pues las verdades del barquero -si es que lo son-, convencen al oído perspicaz, las declame Agamenón o El Espartero.
Si el hombre es el estilo, querida mía, habrás dilucidado que no es un maniquí quien te da caña, ni un chisgarabís adocenado..., sino un maltrecho peatón del pedregoso erial que resulta ser...España.
Afable amiga, ¿vas a pasar de la política los próximos terribles años?, ¿te vas a limitar a a refugiarte en la poesía?, ¿hallarás en ella razón de vida suficiente?
Tono, mensaje, hombre, estilo, diga Juan o diga Pedro..., no van a impedir que bese tu mano. Pues me quedo más tranquilo.

Ciao, cara.

Cide Hamete Benengeli dijo...


Por las estrellas del norte
se guían los marineros.
Yo por tus ojos me guío,
que son mejores luceros.

ORáKULO dijo...


El buen navegante sabe usar a su favor el viento en contra.