domingo, 18 de julio de 2010
Ha quedado de ti sólo el suspiro (por Emilio Coco)
Ha quedado de ti sólo el suspiro.
Un inmenso suspiro tenebroso
que te destroza el pecho hasta la ingle.
En la nariz el tubo del oxígeno
y la bolsa de hielo en la cabeza.
Ya no salen las gotas del goteo,
con fiebre de cuarenta ya dos días,
el cuerpo frío, las uñas moradas.
Se agarra fuerte a ti la miserable,
exhibiendo su rictus victorioso
en el silencio incrédulo del cuarto.
Un inmenso suspiro tenebroso
que te destroza el pecho hasta la ingle.
En la nariz el tubo del oxígeno
y la bolsa de hielo en la cabeza.
Ya no salen las gotas del goteo,
con fiebre de cuarenta ya dos días,
el cuerpo frío, las uñas moradas.
Se agarra fuerte a ti la miserable,
exhibiendo su rictus victorioso
en el silencio incrédulo del cuarto.
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4 comentarios:
Y al final ella gana siempre. Que monotonía y falta de suspense.
No fue la vida quien llegó a la materia. Fue la materia quien llegó a la vida.
Todos somos maestros. Todos somos aprendices.
No hay que acordarse pa ná
de quien nos dijo que no.
¿Para qué mirar la piedra
después que se tropezó?
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