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miércoles, 10 de noviembre de 2010

También se quiebra el jade (por José Emilio Pacheco)

No tenemos raíces en la tierra.
No estaremos en ella para siempre:
sólo un instante breve. También se quiebra el jade
y rompe el oro
y hasta el plumaje de quetzal se desgarra.
No tendremos la vida para siempre:
sólo un instante breve.


En el libro del mundo Dios escribe
con flores a los hombres
y con cantos
les da luz y tinieblas.
Después los va borrando:
guerreros, príncipes,
con tinta negra los revierte a la sombra
No somos reyes:
somos figuras en un libro de estampas.


Dios no fincó su hogar en parte alguna.
Solo, en el fondo de su cielo hueco,
está Dios inventando la palabra.
¿Alguien lo vio en la tierra?
Aquí se hastía,
no es amigo de nadie.
Todos llegamos al lugar del misterio.


De cuatro en cuatro nos iremos muriendo
aquí sobre la tierra.
Somos como pinturas que se borran,
flores secas, plumajes apagados.
Ahora entiendo este misterio, este enigma:
el poder y la gloria no son nada:
con el jade y el oro bajaremos
al lugar de los muertos.
De lo que ven mis ojos desde el trono
no quedará ni el polvo en esta tierra.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

El poema se las trae, es triste pero real y sincero, divino diría yo, la fugacidad de la vida, y la grandeza que tiene como el oro y como el jade.

No entiendo mucho la poesía en general pero esta me habla al oído.

Le pone a uno las pilas, incluso para irse a la cama.

Un abrazo. Pepe

zUmO dE pOeSíA (emilia, aitor y cía.) dijo...

Gracias, Pepe, a nosotros también nos gusta mucho. De José Emilio Pacheco hemos puesto ya varios poemas y aún tenemos más "en cartera". Leer un poema al día está muy bien, incluso para antes de irse a la cama (solo o en compañía). Un abrazo.

Julio Romano O. dijo...

Este pema de Pacheco "recupera" (hurta, digo yo) cosntrucciones metafóricas del poema "Yo lo pregunto" de Nezahualcóyotl, el cual dice en una de sus estrofas:

Aunque sea de jade se quiebra,
aunque sea de oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.

El poema de Nezahualcóyotl es antologado por José Luis Martínez en "Mundo antiguo, vol. 6: América antigua" y por Miguel León Portilla en "Trece poetas del mundo azteca".

Saludos.

zUmO dE pOeSíA (emilia, aitor y cía.) dijo...

Julio, qué maravilla de erudición. Así da gusto. Un abrazo.

F. dijo...

No estoy de acuerdo en la imputación de plagio.
José Emilio Pacheco -notable pota mexicano- lo que hace es evocar unos versos de Nazahualcóyotl a sabiendas de que el lector culto SABE de sobra que tal estrofa pertenece al gran rey-poeta de Texcoco. Poesía dentro de la poesía.
Lo contrario sería semejante a que un poeta español pretendiera hacer pasar como propio "Caminante no hay camino, se hace camino al andar". No iba a colar, ¿verdad?
Por el contrario, sería legítimo que citase este verso si le da pie para la creaciónpoé tica.
Se puede hacer una magnífica partidura de jazz sobre un clásico: nadie se iba a quejar porque la antigua melodía "asomase" entre lo nuevo.

Julio Romano O. dijo...

Primero: ¡Saludos a los creadores de la página! Me cuachalanga su proyecto, que sigo desde que era "Cráteres".

Segundo: F. Qué bueno que no esté de acuerdo. Me da gusto.
Ahora, el símil que usted hace es inexacto. No es lo mismo (vamos a decir) tomar préstamos de un poema muy conocido, como el de Machado que usted cita, que de uno muy apenas conocido, como el de Nezahualcóyotl al que acude Pacheco. En el primer caso, al ser la fuente muy conocida, el creador (si es más o menos leído) debe ser consciente de que la lectura hará referencia inmediatamente al poema que citó; en el segundo caso no ocurre eso, sino que las más de las veces el "homenaje" que el poeta hizo a un poeta anterior será atribuido por el lector general como propio del poeta que recupera algo de una tradición anterior. Además, Pacheco toma casi textualmente los versos del buen Neza...eso es más que un guiño; él hace eso con frecuencia y, sí, una de sus "fuentes de inspiración" es la poesía prehispánica. Revise el libro con el que ganó el Premio de Poesía Aguascalientes y hallará muchas "citas" más. Claro, si lo hace Pacheco es intertextualidad; si lo hace cualquier otro, el plagio. En fin... cosas de la fama. Pero en rigor me parece que la diferencia reside en el tratamiento que se le da a la fuente original; y aquí Pacheco casi lo calca.
Nomás por curiosidad, revise ese tipo de ejercicio contrastando el poema "El dios abandona a Antonio" de Konstantinos Kavafis y la canción "Alexandra leaving" de Leonard Cohen; a ver qué le parece. O el cuento "La cena" de Alfonso Reyes y la novela "Aura" de Carlos Fuentes.

F. dijo...

Julio: Partía de la creencia de que los poemas del rey precolombino eran suficientemente conocidos del público culto mexicano como para disuadir a un poeta (de relieve) a plagiarlos. Algo así como si en España un mediocre poeta publicase alguna Cantiga del Rey Sabio, creyendo -el iluso- que iba a colar tal impostura.
Yo -ignorante gachupín- conocía la efigie de Nezahaualcóyotl por un famoso fresco que le representa con una rodela emplumada (buscaba yo entonces material de referencia para una obra gráfica de ambiente mesoamericano).
Y -precisamente- que haga una mención casi textual de los versos en cuestión, me parece que habla más bien de la carencia de disimulo alguno.Pero puede que no tenga razón yo y que sean sólo intuiciones.
Saludos cordiales, Julio.

Julio Romano O. dijo...

Señor F.:
Una cosa es juzgar al poema y otra al poeta. El símil que usted plantea con Alfonso X es más exacto que el que yo hacía con Machado. Pero, en España, ¿cuántos del público culto conocen los versos de las "Cantigas" por su contenido, y no sólo porque existen? Acá, al menos, sucede con Nezahualcóyotl como con Sor Juana: muchos hablan de ellos, pero pocos los han, en efecto, leído. El mismo Octavio Paz, por ejemplo, en su libro sobre la décima musa, "Las trampas de la fe", dice muchas inexactitudes que exhibió con fundamento Antonio Alatorre.
Me desvío. Pacecho bien pudo haber tomado versos de Nezahualcóyotl, hacerlos pasar por propios y casi nadie se hubiera percatado de ello. Ahora, aprovecho para corregirme en algo: Hay otra versión de este mismo poema, que lleva el título "Tarde o temprano", y también tiene un subtítulo: 'Homenaje a Nezahualcóyotl', y que está dividido en estancias. Ahí la cosa ya cambia absolutamente: el homenaje, la referencia, es clara. El problema es que Nezahualcóyotl es muy conocido, pero sus poemas no.
Si alguien escribe un poema, por ejemplo, en que se hable de que algo pasa "a las cinco de la tarde", todo el mundo notará que hay un referente a García Lorca. Pero si la cita pertenece a un poema menos conocido, a muchos les pasará de noche la referencia y bien puede pasar por plagio. Ya si el poeta es reputado o novel, es otra cosa; pero de entrada, el poema por sí mismo da esa impresión. Pero a estas alturas ya nadie puede dudar, por ejemplo, de Pacheco; a lo mejor ni él mismo.

F. dijo...

Estimado Julio: El dilema se plantea en el campo del juicio de intenciones; si Pacheco estuviera aquí seguro que iba a argumentar lo que intuyo: se trataría de una cita ajena que diese pie al poema en cuestión.
Que haya subtitulado otro poema suyo como "Homenaje a Nezahualcóyotl" habla de la admiración que le tiene, y no es raro que -por ello mismo- haga una cita de la obra de aquel, aunque no lo cite textualmente.
Porque la poesía de alto nivel -en México como en cualquier otro lugar- es leída por una minoría de personas de probable cultura, por lo que iba a ser temerario arriesgar fama -si no hacienda- con apropiaciones indebidas.
Mi opinión la expreso desde la mayor ignorancia de cuál era el talante ético o la carencia de escrúpulo de Pacheco. Pero con un simple ejercicio del sentido común -aunque pueda éste llevarme por camino errado-, deduzco que un poeta de renombre dificilmente se iba a arriesgar a quedar en evidencia por plagiar unos versos que -repito- el lector culto iba a reconocer como del rey poeta.
Pero le reitero que no pretendo estar en posesión de la verdad, sólo que me parece absurdo que Pacheco hubiese caído en semejante despropósito.

Un saludo.

Cide Hamete Benengeli dijo...

De día sueño despierto,
de noche sueño dormido.
Y así paso yo mi vida
siempre soñando contigo.

Aldonza Lorenzo dijo...

Mejor mula tuerta que mula muerta.

ORáKULO dijo...

El niño no tropieza: aprende a andar.