miércoles, 12 de enero de 2011
Y sigo llamando (por Mark Strand)
Mi hijo
mi único hijo
el que no tuve
sería ya un hombre.
Descarnado y sin nombre
se mueve
en el viento.
A veces
viene
y reclina su cabeza
más liviana que el aire
sobre mi hombro
y yo le pregunto,
Hijo,
¿dónde te encuentras,
dónde te ocultas?
Y él me responde
con un hálito frío,
No lo advertías
aunque llamé
y llamé
y sigo llamando
desde un lugar
lejano,
más allá del amor,
donde nada,
todo,
quiere nacer.
mi único hijo
el que no tuve
sería ya un hombre.
Descarnado y sin nombre
se mueve
en el viento.
A veces
viene
y reclina su cabeza
más liviana que el aire
sobre mi hombro
y yo le pregunto,
Hijo,
¿dónde te encuentras,
dónde te ocultas?
Y él me responde
con un hálito frío,
No lo advertías
aunque llamé
y llamé
y sigo llamando
desde un lugar
lejano,
más allá del amor,
donde nada,
todo,
quiere nacer.
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4 comentarios:
Juventud, divino tesoro,
ya te vas para no volver.
Cuando quiero llorar, no lloro,
y a veces lloro sin querer.
La alegría es un caracol que repta.
La desgracia es un corcel indómito.
(MAYAKOVSKY)
A menudo no se encuentra la solución porque previamente no se ha definido bien el problema.
Con dos años, dos flores
cumples ahora.
Dos alondras llenando
toda tu aurora.
Niño radiante:
va mi sangre contigo
siempre adelante.
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