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sábado, 5 de febrero de 2011

Olvidemos las palabras (por José Saramago)

Olvidemos las palabras, las palabras:
las tiernas, caprichosas, violentas,
las suaves de miel, las obscenas,
las febriles, las sedientas y hambrientas.

Dejemos que el silencio dé sentido
al latir de mi sangre en tu vientre:
¿Qué palabra o discurso lograría
decir “amar” en el lenguaje de la semilla?

10 comentarios:

F. dijo...

No consigo imaginar a Saramago en esos trances...
Me cuesta creer que no haya sido siempre un pulcro patricio septuagenario... Pero qué sabe el mundo del erotismo de los viejos.
Pilar, es una bella mujer. Cuando estaban juntos, a José se le mudaba el rostro de viejo quelonio y las manos sarmentosas se le volvían recatados abanicos de ternura. Y tomaba entre las suyas las manos de Pilar...
Si bien lo pienso, no se por qué he dicho que me cuesta imaginar a Saramago en tales trances.

Anónimo dijo...

Comunión

Emilia Alarcón dijo...

Ya ves, F. A todo nos cuesta trabajo, por ejemplo, imaginar a nuestros padres en el momento de ayuntarse y restregarse (¿en qué postura, F, te concibieron a ti?, ¿y a mí?, ¿quién se puso arriba?, ¿fue en la cama, en un sofá o sobre la encimera de la cocina?, etc), pero es claro que fue por eso que nos engendraron y nacimos, je, je. También nos cuesta trabajo imaginar que una vez estuvimos dentro del vientre de otra persona, pero fue así. En general, hay muchas cosas reales que nos cuesta gran trabajo imaginarlas.

F. dijo...

¿Tú crees, Emilia, que las placas vitrocerámicas son de fiar?
Yo había oído (y más que oído) que las lavadoras automáticas eran un buen soporte, sobre todo accionando el programa de centrifugado. Pero de las encimeras, ni mu.
En "El cartero siempre llama dos veces" he aprendido lo que la mesa de la cocina -de madera, of course- puede dar de sí...
Nunca sabe uno demasiado de estas cosas. Afortunadamente.

Emilia Alarcón dijo...

Pues F, la verdad es que no estoy muy puesta. Mi vida sexual es bastante normalita. Pero recuerdo que, cuando yo era más joven, había una canción que a todas las chicas nos traía algún recuerdo de nuestras primeras experiencias. Decía

"Qué dificil es hacer el amor en un Simca 1000.
El asiento no se echa patrás
y la postura a buscar tiene dificultad.
Pon tu pierna aquí, yo la pondré allá. Tendremos que abrir la puerta de atrás.
El volante me vuelve a fastidiar.
Ése no es el pito que debes tocar."

JA ,JA , JA (La cantaba un grupo llamado "Los inhumanos".)

Abrazos y besos.

amenophis dijo...

Emilia, creo que la canción seguía y luego hablaba algo de comprarse un autobús para hacer las cosas bien. Qué risa... y hay que ver los versos del Sr. Saramago para todo lo que dan...

F. dijo...

Se me pasó, Emilia, decirte que estoy convencido -dado mi pedigree- de que soy fruto de "misionero".
Y no me estoy refiriendo a que mi papá fuese pastor anglicano, no...

Smuarchhhh!

emilia alarcón dijo...

Pues también me parece a mí que casi todos los nacidos durante el franquismo fuimos concebidos en esa postura. Afortunadamente no creo que eso nos influya mucho.

Cide Hamete Benengeli dijo...


Los brazos yo me cortara
y los arrojara al mar.
¿Pa qué quiero yo los brazos
si no te puedo abrazar?

casa de citas dijo...


Es tan buena la justicia que es necesario que usen de ella hasta los propios ladrones.

(CERVANTES)