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lunes, 25 de marzo de 2013

Lejos del silbido (por Dylan Thomas)

He deseado irme lejos
del silbido de la mentira gastada
y el incesante grito de los antiguos terrores
haciéndose más terribles mientras el día
camina sobre la loma hacia el insondable mar;
he deseado irme lejos
de las repeticiones de los saludos,
porque hay fantasmas en el aire
y ecos fantasmales en el papel,
y el trueno de llamadas y notas.

He deseado apartarme pero he sentido miedo;
alguna vida, aún no gastada, podría explotar
saliendo de la patraña antigua que arde sobre los campos,
y, restallando en el aire, dejarme medio ciego,
ni por el terror antiguo de la noche,
sombrero que se aparta del pelo,
labios en cucurucho sobre el receptor,
caeré yo ante el plumaje de la muerte;
por todo esto no me importaría morir,
a medias convención y a medias mentira.

9 comentarios:

Cide Hamete Benengeli dijo...

De la miel de tus labios
dame una gota,
que traigo yo muy amarga,
niña, la boca.

F. a niña Hamete dijo...

De la Bahía vengo, niña, de la Bahía, de Sanlúcar, Chipiona, Rota..., y de mi Cái. Y en la playa de Rota me dio un respingo viendo los barcos grises adormecíos, esperando que unos viejos de galonería les envíen a mares de morería a soltar sus pepinos de artillería. Qué pena me dio, niña Hamete, ver la Bahía.
En la punta contraria, aplanaíta y blanca lucía mi Cái, y nubarrones negros le hacían doseles a los pueblos blancos de la Bahía: La Isla, Puerto Real...
Y en una bodeguita de Chipiona bebimos fino, amontillado, las damas cream. Y el quillo saleroso que los servía canturreaba por lo bajini una bulería. Unas olivas aliñás y unos choquitos, a la caída del sol hicieron el justo contrapunto a tanta delicia.
Y no te cuento, niña Hamete, que me nevó en Grazalema, ni que me llovió en Ubrique el diluvio universá. Pero na: agua par campo que luce como un jardín andalusí.
Por cierto: los ojos de la peletera de Ubrique eran los de las modelos de Julio Romero. Esos ojos no se ven por estas latitudes....
Pero vamo a dehal-lo, niña Hamete, quer viahe sacabao pero ya tramo la recaída pal otoño, tras el verano.
Con Dio, niña Hamete.

Cide Hamete Benengeli dijo...

A míster F:

En el principio eran dulces
las agüitas de la mar.
Hizo Dios Andalucía
y se volvieron salás.

F. dijo...

No te hago el pormenor, niña Hamete, ya no te aburro. Sólo decirte que con sol aniquilante o con la dulce primavera, esta bendita tierra de hermosas gentes, de hermosas hablas, de hermosos pueblos, de vinos como llaves del corazón..., me tiene cautivaíto el mío. Y ya pienso en la próxima escapada.

LA PHRASE LAPIDARIA dijo...

Hay muchas maneras de estar vivo, pero sólo una de estar muerto.

casa de citas dijo...


La perseverancia es la fortaleza del débil. Y la impaciencia, la debilidad del fuerte.

(KANT)

Cide Hamete Benengeli dijo...

Ven y asómate al balcón
si te quieres asomar,
y si no, pues no te asomes,
que a mí lo mismo me da.

Círculo Cultural FARONI dijo...


Añorar el pasado es correr tras el viento.

(proverbio ruso)

casa de citas dijo...

La risa es el presente perfecto.

(VÉLEZ)