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lunes, 9 de febrero de 2015

Por última vez (por Jorge Luis Borges)

Hay una línea de Verlaine que no volveré a recordar,
hay una calle próxima que está vedada a mis pasos,
hay un espejo que me ha visto por última vez,
hay una puerta que he cerrado hasta el fin del mundo.
Entre los libros de mi biblioteca (estoy viéndolos)
hay alguno que ya nunca abriré.
Este verano cumpliré cincuenta años;
la muerte me desgasta, incesante.

15 comentarios:

F. con rosa para Sandra. dijo...

Sandra, te traigo un beso y una rosa (cactus no me quedan). No.

Sandra Suárez dijo...

Hola, F. Tu pasión y vehemencia en la defensa de tus ideas, en el Café arcadia y sin duda en los demás sitios, dicen mucho y muy bueno de ti.

Rosas y cactus, ambos tienen espinas. Como la vida misma.

F, de La Mancha dijo...

Si, Sandra, pero soy consciente de que me dejo llevar de impulsos que me perjudican (¿no te acuerdas de algún altercado que otro mío en este mismo limonar...? Los limones rodaban hasta el brocal del pozo. Y luego los macizos de romero pisoteados, y las macetas quebrás con los heranio porer suelo..., y la tierra que metes en casa en la suela de los zapato. Y la aspirina que tiene que tomá pa quitá er doló de cabeza..., y lo mal que duerme aquella noche; y la de carta que tiene que mandá ar día siguiente por er mozo de la ferretería, pa pasal-le la mano a lo damnificao.
Que no, Sandra, que no compensa ser vehemente y virulento, que te deja mal cuerpo y con mucho budú a tus espaldas. Y los alfileres duelen, si lo sabré yo que soy puro acerico. Discúlpame, Sandra, querida Aldonza de mis singladuras de secano, cuando, caballero contrahecho a bordo de un jamelgo bayo cruzaba la estepa manchega y me resistía a regresar al amparo de mi casa, pese a los esfuerzos y las arterías del cura y del bachiller Sansón Carrasco -que te queda cerca, al menos de corazón-. Nunca osara el hidalgo zaherir con desdenes a su dama, más bien le obsequiaría con sentidos versos y espigas de La Mancha.

Sandra dijo...

Aquí todos nos preguntamos: Con esa capacidad dialéctica y ese fondo cultural que tiene el Sr. F, ¿cuándo nos dejará leer algo creado y escrito por él?

F. con más rosas dijo...

Esta epistola (sic) con que te disparo rosas es mía, Sandra; te juro que no me mueve el cálamo mi tía Asun, la de Tafalla. Pequeña cosa, que con multitud de otras pequeñas cosas enladrillan el patio de mi casa.
Escribo mucho, pero en corto (he ganado algún premio de relatillo cortito últimamente, mira tú), pero me gusta polinizar los prados colindantes con mis letras desaforadas, a veces cándidas, oblicuas, tersas, bucólicas, también desesperadas.
Besos a Sandra (a su hermano, collejilla).

A. Suárez dijo...


Y esos relatos
que escribe el señor F,
¿dónde encontrarlos?

F. dijo...

Ah...

F. a Aitor dijo...

Querido Aitor, como tengo algo de bicho, se me ocurre obsequiarte este microcuento:

GREGORIO

Me han salido branquias, Aitor: aquella tumefacción del cuello que tomé por congestión linfática, rasgó la piel y amanecí este día con una fístula alargada a cada lado. Sumergí la cabeza en el pilón y pude respirar bajo el agua; veinte minutos ayer: no hay duda, respiro como...¡los peces!
Aún hay más. Empiezan a formárseme en la espalda cintas córneas, pequeñas lengüetas de queratina, ímbrices diminutos parecidos a escamas. Me los vio anoche Graciela, al darme la vuelta en la cama.
Presiento que me voy a convertir en un pez. Y que otro día perderé masa y seré una anémona de mar. Después, regresaré al estado de la ameba... Y cuando no sea sino un cordón de aminoácidos resecos por el sol que brilla en un cielo negro..., ocurrirá que un fleco de viento solar me ha de arrebatar y me lanzará al espacio insondable. Y estaré en camino: mi casa.

Aitor Suárez dijo...

Muy bien, F. Inspirado en Kafka pero con otra intención. Me ha gustado mucho. Sigue, por favor, enviándonos tus microrrelatos.

F. dijo...

Este relatillo mío, Bachiller, está recopilado en un libro de cuentos de terror-ficción del que no tengo ni un ejemplar; no sé ni cómo se titula: he aquí un hombre sagaz pa los negocios editoriales.

hAiKu dijo...

Gran genio Einstein
pero ¿quién le lavaba
los calzoncillos?

(CUQUI COVALEDA)

ORáKULO dijo...

Aprender es cuesta arriba. Olvidar es cuesta abajo.

tERESA pANZA dijo...


Si no hubiera tercos, nunca habría pleitos.

hAiKu dijo...

"¡Vaya chiflado
me ha tocado por padre!",
pensó Isaac.

(RAFAEL BALDAYA)

Ignatius Reilly dijo...


Escribir, escribir, como si camináramos
por un hilo invisible,

para buscar a tientas el corazón del otro,
el sudor de su alma proyectada en la nuestra,
como una fruta nueva casi flor,
o una anciana peinándose para el último baile.

(JAVIER VELA)