jueves, 25 de junio de 2015
La carretera se borra (por Alicia Genovese)
autopistas rectas
exhalantes de una pesadez gomosa
humo de las chimeneas de Baltimore
sobre paisajes
que la velocidad mutila
otro viaje
la ausencia
como un par de párpados
un acá un allá
y la fantasía autobiográfica de las cartas
cielo abierto sobre este asfalto
que se transforma
a ventana en Buenos Aires
cortada por cables de teléfono
el miedo como un vuelo de alguaciles
que anuncian lluvia
y chocan contra las paredes
rodar de neumáticos perseguidos
devorados
en una calle muerta
la noción de infinito en esta ruta
como en un paisaje lunar
nube enorme
encima del camino
ningún sitio familiar para estos pies
un agitar de manos como gesto que se
metamorfosea
en el de espantar a una mosca verde
detrás del túnel del avión
experiencias nuevas
como músculos bronceados
por avisos de publicidad
el error de creer que los actos
no tienen pasado
que mi sonrisa a bordo
es anónima
como la mirada ajena la dibuja
geografías superficies
espacios perfectamente nombrables
sobre un tiempo
enmarañado por la memoria:
gaseosa con limón y
hamburguesas con ketchup
en el aeropuerto de llegada
amigos en un bar
no saben cómo
volver a hablarse
afilados dientes en el cansancio
se lastiman
nadie habla en el supermercado
pero es ensordecedor el ruido de
los carritos las botellas las
máquinas lectoras de códigos
y una boca que quiso decir
pero donde palabras vivían
animales abstrusos
el cuerpo exigido por los frenos
un pueblito casi igual al anterior
el mismo Mc Donald's
los semáforos
el paso de cuarta
de segunda
cambio de planes
para el semestre de primavera
las vacaciones serán de sólo doce días
nada más que un susto el gatito corre
fuera de la ruta
pero un pedal al clavarse
detiene el motor
una crispación de
intrusos por debajo de la puerta
en los pezones
papeles tirados al inodoro
blancos
grises que lo velocidad encima
como una masa metálica
en el tejido inconexo
el sitio de desgarro
un cruce roto
la linealidad se pierde
verdes que la velocidad esfuma
muy pronto Washington D.C.
la escritura no vuelve transparente
un agujero negro
luces bajas
la carretera se borra
en las líneas marcadas al costado
dos líneas para aferrarse
cuando el camino
desboca su sentido
el peligro en la imprecisión
de las formas luminosas
exhalantes de una pesadez gomosa
humo de las chimeneas de Baltimore
sobre paisajes
que la velocidad mutila
otro viaje
la ausencia
como un par de párpados
un acá un allá
y la fantasía autobiográfica de las cartas
cielo abierto sobre este asfalto
que se transforma
a ventana en Buenos Aires
cortada por cables de teléfono
el miedo como un vuelo de alguaciles
que anuncian lluvia
y chocan contra las paredes
rodar de neumáticos perseguidos
devorados
en una calle muerta
la noción de infinito en esta ruta
como en un paisaje lunar
nube enorme
encima del camino
ningún sitio familiar para estos pies
un agitar de manos como gesto que se
metamorfosea
en el de espantar a una mosca verde
detrás del túnel del avión
experiencias nuevas
como músculos bronceados
por avisos de publicidad
el error de creer que los actos
no tienen pasado
que mi sonrisa a bordo
es anónima
como la mirada ajena la dibuja
geografías superficies
espacios perfectamente nombrables
sobre un tiempo
enmarañado por la memoria:
gaseosa con limón y
hamburguesas con ketchup
en el aeropuerto de llegada
amigos en un bar
no saben cómo
volver a hablarse
afilados dientes en el cansancio
se lastiman
nadie habla en el supermercado
pero es ensordecedor el ruido de
los carritos las botellas las
máquinas lectoras de códigos
y una boca que quiso decir
pero donde palabras vivían
animales abstrusos
el cuerpo exigido por los frenos
un pueblito casi igual al anterior
el mismo Mc Donald's
los semáforos
el paso de cuarta
de segunda
cambio de planes
para el semestre de primavera
las vacaciones serán de sólo doce días
nada más que un susto el gatito corre
fuera de la ruta
pero un pedal al clavarse
detiene el motor
una crispación de
intrusos por debajo de la puerta
en los pezones
papeles tirados al inodoro
blancos
grises que lo velocidad encima
como una masa metálica
en el tejido inconexo
el sitio de desgarro
un cruce roto
la linealidad se pierde
verdes que la velocidad esfuma
muy pronto Washington D.C.
la escritura no vuelve transparente
un agujero negro
luces bajas
la carretera se borra
en las líneas marcadas al costado
dos líneas para aferrarse
cuando el camino
desboca su sentido
el peligro en la imprecisión
de las formas luminosas
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5 comentarios:
es esa rutina en lugares ajenos a nuestros pies los que nos llevan a añorar aquellos senderos nuestros... muy bien engarzados tus pensamientos donde dejas ver tu alma incapaz de aceptar la cruel realidad de un sitio frio como el hielo... Un abrazo
La realidad es una gran novelista. Sólo le falta un poco de estilo y ritmo narrativo.
Nada se parece más a un hombre honesto que un pícaro que conoce su oficio.
(SAND)
Vale más lápiz corto que memoria larga.
(proverbio eslovaco)
Digamos desde hoy. Pero así ha sido siempre.
Un yo mío se irá por un camino
tras el amor de Ella o empujado por su amor
otro yo seguirá acostándose con cualquiera
limpio feliz sin remordimiento
trabajará alguno para toda la comunidad
para la tribu entera de mis yo
hormiguita incansable samurái
un yo obsoleto se habrá quedado con las cartas
de las antiguas novias
tatuadas por el recuerdo de los actos de amor
otro jamás preguntará por nadie.
¿Quién está en buen camino?
¿quién es el extraviado?
¿con cuál te has encontrado tú?
¿con cuál te amigas?
¿cuál es tu rostro mío hermano / hermana?
¿con cuál te amo?
¿con qué beso te venderé?
¿con qué mano
me juegas a los dados?
Ah pero descartado mi yo amargo
y un escondido yo puro agradecimiento
mi yo que canta es aquel que hace tiempo
marcha feliz e indiferente por un camino equivocado.
(CARLOS EDUARDO JARAMILLO)
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