Fortunas de mar
me llevarán consigo.
No podrás
orzar ni perder,
uno a uno, velero blanco,
todos los palos.
Por el engaño
de luz de mediodía,
eres súbito prisionero
de un viejo canto.
¿En qué puerto
se enroló, serviola,
este nuevo timonel
tan extraño?
Yo no sé
que caminos de mi sueño
lo han llevado al gobierno
de la nave.
Ásperas manos
nunca dejan la rueda,
y ya calmo se torna
mi tiempo.
Lejos, más allá
de palabras amargas,
encontré una muerte
resplandeciente.
5 comentarios:
Ni siquiera los cinco dedos son iguales.
(proverbio afgano)
Recuerdos llenos
de carcoma, de herrumbre,
de telarañas.
(RAFAEL BALDAYA)
Nada ni nadie puede impedir que sufran,
que las agujas avancen en el reloj,
que decidan por ellos, que se equivoquen,
y que un día de repente nos digan adiós.
Se muere dos veces. Una primera vez, y una segunda que es cuando alguien encuentra una foto tuya y ya no sabe quién eres.
(BOLTANSKY)
Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano.
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