Volví a la ciudad
donde fui niño
y adolescente y un viejo de treinta años.
La ciudad me recibió con indiferencia,
los megáfonos de sus calles murmuraban:
¿no ves que el fuego todavía arde?,
¿no oyes el estrépito de las llamas?
Vete.
Busca en otro lugar.
Busca.
Busca la verdadera patria.
3 comentarios:
Las vueltas dan mucha vida.
Sin darte cuenta,
una oveja te abriga.
Jersey de lana.
(CUQUI COVALEDA)
Tienes unos ojitos
que me los clavas
en el último centro
de mis entrañas.
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