jueves, 7 de abril de 2016
Juro que estaba alegre (por Antonio Manilla)
Van los rojos cerezos del otoño
tiñendo las laderas de los montes
y yo pienso en nosotros, los caminos,
la negra luz que alumbra los finales.
Juro que estaba alegre. Hace un momento,
con los ojos cerrados, en la cara
sentía el sol y el frío de septiembre,
el alma de esta tierra con el aire
que lentamente envuelve al cuerpo entero.
Estabas tú conmigo y no la ausencia.
Estabas tú imposible, revivido,
y no la honda tristeza que ahora aflora.
Son los rojos cerezos otoñales.
Rescoldos en la hoguera. Cenizas en el aire.
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6 comentarios:
Precioso poema. Pérdida que duele pero hecha belleza. Gracias.
Lo urgente no deja tiempo para lo importante.
Si no es bueno para la colmena, no es bueno para la abeja.
(MARCO AURELIO)
Quevedo y Góngora
no escriben con bolígrafos
Bic ni Inoxcrom.
(CUQUI COVALEDA)
No culpes a tu comida si no tienes hambre.
(TAGORE)
Puedes aplastar a una persona con el peso de tu lengua.
(proverbio chino)
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