Aquello.
No eso.
Ni
—mucho menos— esto.
Aquello.
Lo que está en el umbral
de mi fortuna.
Nunca llamado, nunca
esperado siquiera;
sólo presencia que no ocupa espacio,
sombra o luz fiel al borde de mí mismo
que ni el viento arrebata, ni la lluvia disuelve,
ni el sol marchita, ni la noche apaga.
Tenue cabo de brisa
que me ataba a la vida dulcemente.
Aquello
que quizá hubiese sido
posible,
que sería posible todavía
hoy o mañana si no fuese
un sueño.
4 comentarios:
Algo nos falta, algo muy importante; y es algo que ni siquiera sabemos bien qué es.
Si hay algo que falta, que me falta a mí, yo bien lo sé. Sin dudas.
Creo que quien no lo sabe es porque no se conoce y vive en búsquedas permanentes y, entonces, puede considerarse un filósofo insatisfecho, como todos los filósofos.Creo, pienso, luego existo.
Es una criatura tan curiosa el pasado.
Examinar su rostro
puede dejarnos como impronta un éxtasis
o, por el contrario, una vergüenza.
Si alguno, yendo desarmado, da con él,
que escape cuanto antes.
Sus consumidas municiones pueden
aún reaccionar.
(EMILY DICKINSON)
Algunas veces se le suele llamar"justicia divina"; otros dirían "la"conciencia" . Dicen que en los últimos momentos se le aparece para mostrarle todos los daños infligidos a los inocentes. Dicen aquellos que rodeaban al agonizante que sus gritos disparaban puñales de dolor y que aquello era insoportable.
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