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miércoles, 8 de enero de 2020

Puesto que todo cabe en las palabras (por Joseph Brodsky)


—La enorme ciudad, en una densa tiniebla.

—Cuaderno escolar cuadriculado.

—Se eleva un enorme manicomio.

—Paréntesis en el orden del universo.

—Tras la fachada un helado patio,

todo nevado, lleno de pilas de leña.

—¿No es solo conversación todo este paisaje,

puesto que todo cabe en las palabras?

—No: aquí viven hombres que han perdido el juicio

de horrores viscerales, de miedos de ultratumba.

—Pero ¿ellos no serán una mera posibilidad

de llamarse hombres?

—No, porque tienen ojos que expresan algo,

extremidades, cabezas sobre los hombros.

—Al recibir un nombre, una cosa

se hace inmediatamente parte de la oración.

—¿También las partes del cuerpo?

—Estas, sobre todo.

—¿Y este lugar?

—Ya ves que hasta lo llaman casa.

—¿Y los días?

—Los días tienen nombres.

Oh, ¡todo esto parece Sodoma

de las palabras voraces! ¿Quién les otorgó derecho?

—Aquí un nombre sonaría muy siniestro.

—¡Me empieza a dar vueltas la cabeza

de tantas palabras que han decorado las cosas!

—Indiscutiblemente, esto nos marca.

—Como el mar a Gorbunov; y perjudica

a la salud.

—Entonces no es el mar que se precipita a la orilla,

sino una palabra que persigue a otra.

—¡Las palabras entonces son reliquias!

—Es que alguna vez han existido como cosas…

y de las cosas nos protegen los nombres.

—¿Acaso también de la pasión de Cristo?

—De toda pasión.

—¡Que Dios nos valga!

—Él mismo curaba las bocas con sus palabras,

pero también se había escudado tras las palabras.

—Su mismo destino es una advertencia.

—Lo cual garantiza que el nuestro

no sea ahogarnos en el mar.

—Y que su muerte sea la única cosa binaria.

—Y por lo mismo, resulta un sinónimo.


Pero ¿y la eternidad? ¿O acaso ella

también fue una cosa que se convirtió en palabra?

—Es la única palabra en la tierra 


que no ha logrado devorar a su objeto.



2 comentarios:

Sandra Gavrilich dijo...


A veces el símbolo se independiza de lo simbolizado. Es como si el signo o símbolo tomara vida propia: las palabras viviendo al margen de la cosa por ellas designada.

Pero también digo que, al final, decir "agua" no calma la sed.

casa de citas dijo...

"Remolino" se define mejor con mímica que con sólo palabras.

(CHURCHILL)