de los que no son solo agua,
de los que no son solo hierro,
de los que no son solo gas,
de los que no son solo luz,
de los que no son solo una tormenta eléctrica
o una erupción volcánica.
De tus trozos que sienten,
de tus trozos que sufren,
de tus trozos que saben -poco, sí, pero saben
y se saben-,
de tus trozos capaces de dolor y desgarro,
de tus pobres minucias cerebradas
por un tiempo conscientes como ésas de la Tierra
surgidas de tu hacer o de tu azar,
de esos fragmentos mínimos
en que prendió la vida,
de esos pequeños nódulos de materia blanduzca
que a fin de cuentas son pedazos tuyos:
-si es que Todo Tú piensas, sientes, sabes-
de tus trozos sensibles apiádate, Universo.
5 comentarios:
Señor Universo, ten piedad de nosotr@s. Ten piedad de ti mismo.
Hiroshima, Nagasaki, Auschwitz... Y ningún planeta se detuvo. Ninguna estrella dejó de brillar. Es verdad que somos trocitos de universo, pero el universo no parece cuidar de estos sus trocitos de carne y hueso. "Allá se las compongan", parece el universo decir.
Es una especie de oración laica que podrían rezar (o recitar) todos los humanos, crean o no en algún Dios, porque al final el único Dios o dios común a todos los humanos, tenga el nombre que tenga, es el Todo o Universo.
Se puede oír recitada por Tomás Galindo en:
https://youtu.be/yzZcNdGYneA
https://youtu.be/yzZcNdGYneA
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