miércoles, 22 de septiembre de 2010
Ven y mécenos (por Fernando Pessoa)
Nuestra Señora
de las causas imposibles que buscamos en vano,
de los sueños que nos llegan al atardecer
por la ventana,
de los propósitos que nos acarician
y que nos duelen
porque sabemos que nunca seran realidad.
Ven y mécenos,
ven y acarícianos
besándonos silenciosamente en la frente,
tan levemente que no sepamos que nos besan,
salvo por una cierta alteración del alma.
Ven solemnisima,
solemnísima y plena.
de las causas imposibles que buscamos en vano,
de los sueños que nos llegan al atardecer
por la ventana,
de los propósitos que nos acarician
y que nos duelen
porque sabemos que nunca seran realidad.
Ven y mécenos,
ven y acarícianos
besándonos silenciosamente en la frente,
tan levemente que no sepamos que nos besan,
salvo por una cierta alteración del alma.
Ven solemnisima,
solemnísima y plena.
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9 comentarios:
El cerebro humano no puede comprenderse a sí mismo. Para ello necesitaríamos un cerebro mucho mayor, que entonces tampoco se comprendería a sí mismo.
(JOSTEIN GAARDER)
El que de joven no trota, de viejo galopa.
Sólo fuimos capaces de reconocer el paraíso cuando nos expulsaron de él.
(HESSE)
Lo ajeno siempre parece mayor y mejor.
(proverbio angoleño)
En la hoja seca
que arrastra el río
viaja una hormiga.
(EMILIO GAVILANES)
Qué humillación encontrarnos tú y yo después de 25 años. Qué vergüenza envejecer de golpe un cuarto de siglo.
(JOSÉ EMILIO PACHECO)
A más funda, menos enjundia.
Quien siembra malas pepitas recoge malas sandías.
El que nace pobre y feo
y se casa y no es querido
y se muere y va al infierno,
¡vaya juerga se ha corrido!
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