viernes, 19 de noviembre de 2010
Yo no entiendo la vida (por Miguel Ángel Velasco)
Diré de la alegría, aunque regresen
esas noches sin fe en las que apuramos
en vino de rencor; aquellas horas
de hosco abatimiento en que uno envidia
la vida de las bestias.
A pesar
de la anciana palabra, no hecha acaso
para decir la dicha.
Aunque después
la traicionemos siempre.
Aunque al final
siempre haya que pagarla: no se es
feliz impunemente.
Yo no entiendo la vida, pero algo
en mi pecho la entiende cuando veo
al sol hacerse música en la yerba,
cada nota de oro titilando
en el frescor del rocío, cuando irisa
el ala de la abeja; si respiro
el olor de una rosa y un establo;
si el pino sangra oro de su herida;
en la luz de la miel y del aceite;
en la rosa de espuma que florece
del manatial contra la oscura piedra;
en el negro abejorro que se encorva
sobre la flor con trémula impaciencia;
si me embriago en compañía cierta
y entonces recupero la memoria.
esas noches sin fe en las que apuramos
en vino de rencor; aquellas horas
de hosco abatimiento en que uno envidia
la vida de las bestias.
A pesar
de la anciana palabra, no hecha acaso
para decir la dicha.
Aunque después
la traicionemos siempre.
Aunque al final
siempre haya que pagarla: no se es
feliz impunemente.
Yo no entiendo la vida, pero algo
en mi pecho la entiende cuando veo
al sol hacerse música en la yerba,
cada nota de oro titilando
en el frescor del rocío, cuando irisa
el ala de la abeja; si respiro
el olor de una rosa y un establo;
si el pino sangra oro de su herida;
en la luz de la miel y del aceite;
en la rosa de espuma que florece
del manatial contra la oscura piedra;
en el negro abejorro que se encorva
sobre la flor con trémula impaciencia;
si me embriago en compañía cierta
y entonces recupero la memoria.
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3 comentarios:
La manzana nunca cae lejos del árbol.
(proverbio checo)
Las cosas suceden. El enigma no está en los hechos, sino en su interpretación. Son nuestros pensamientos los que enredan el tejido. El mundo es diáfano, transparente, limpio; nuestro pensamiento del mundo es contaminante, sucio, envilecedor. El fango está dentro, no fuera. Estamos enamorados de la falsificación y de las tramas, de los meandros de la imaginación. Pero todo es mucho más sencillo de lo que pretendemos.
(MENÉNDEZ SALMÓN)
Aunque estuviera cantándote
del año los doce meses,
nunca yo te cantaría
la misma copla dos veces.
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