jueves, 25 de agosto de 2011
Acabó el amor (por Vicente Aleixandre)
¿Por qué, por qué llorar? Acabó el amor.
Dime tendida tu secreto. Ya no amas.
Calla. Tendida constas como un río parado.
Azul, tranquilo, el cielo sobre tus ojos consta.
Consta el aire elevado, sus templados destellos.
La vida quieta consta tranquilamente exacta.
Yo, reclinado en tierra de un verdor sin espuma,
transcurro, leve, apenas, como la hierba misma.
Nada llena los aires; las nubes, con sus límites,
derivan. Con sus límites, los pájaros se alejan.
Dime tendida tu secreto. Ya no amas.
Calla. Tendida constas como un río parado.
Azul, tranquilo, el cielo sobre tus ojos consta.
Consta el aire elevado, sus templados destellos.
La vida quieta consta tranquilamente exacta.
Yo, reclinado en tierra de un verdor sin espuma,
transcurro, leve, apenas, como la hierba misma.
Nada llena los aires; las nubes, con sus límites,
derivan. Con sus límites, los pájaros se alejan.
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6 comentarios:
Sentimos un chasquido frio y seco.
Cuando el amor se acaba, ¿sabes tú adónde va? BECQUER
A mi hija le leí ese poema de Bécquer y dijo: Yo sí sé adónde va: a la mierda.
Valemos más por lo que callamos que por lo que contamos.
Hay quien para limpiarse las legañas se saca los ojos.
(proverbio hindú)
Poco se ha ganado hilando, pero menos aún mirando.
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