sábado, 6 de agosto de 2011
Blues del cementerio (por Antonio Gamoneda)
Conozco un pueblo, no lo olvidaré,
que tiene un cementerio demasiado grande.
Hay en mi tierra un pueblo sin ventura
porque el cementerio es demasiado grande.
Sólo hay cuarenta almas en el pueblo.
No sé para qué tanto cementerio.
Cierto año la gente empezó a irse
y en muchas casas no quedaba nadie.
El año que la gente empezó a irse
en muchas casas no quedaba nadie.
Se llevaban los hijos y las camas.
Tenían que matar los animales.
El cementerio ya no tiene puertas
y allí entran y salen las gallinas.
El cementerio ya no tiene puertas
y salen al camino las ortigas.
Parece que saliera el cementerio
a los huertos y a las calles vacías.
Conozco un pueblo. No lo olvidaré.
Ay, en mi tierra sin ventura,
no olvidaré a mi pueblo.
¡Qué mala cosa es haber hecho
un cementerio demasiado grande!
que tiene un cementerio demasiado grande.
Hay en mi tierra un pueblo sin ventura
porque el cementerio es demasiado grande.
Sólo hay cuarenta almas en el pueblo.
No sé para qué tanto cementerio.
Cierto año la gente empezó a irse
y en muchas casas no quedaba nadie.
El año que la gente empezó a irse
en muchas casas no quedaba nadie.
Se llevaban los hijos y las camas.
Tenían que matar los animales.
El cementerio ya no tiene puertas
y allí entran y salen las gallinas.
El cementerio ya no tiene puertas
y salen al camino las ortigas.
Parece que saliera el cementerio
a los huertos y a las calles vacías.
Conozco un pueblo. No lo olvidaré.
Ay, en mi tierra sin ventura,
no olvidaré a mi pueblo.
¡Qué mala cosa es haber hecho
un cementerio demasiado grande!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
Cada vez menos gente quiere ser enterrada. Es mucho mejor evaporarse, disolverse en el aire y en la atmósfera. Y el residuo ceniciento, pues por ahí esparcido, disuelto en agua o mezclado con el polvo del camino. ¿Para qué la osamenta en la tierra si uno -el que residió en ese cuerpo- ya no sigue en la tierra ni en la Tierra?
No te importe mucho desdecirte. Más vale ser desdicho que desdichado.
Nadie ha entendido al querer:
es dulce como el almíbar
y amargo como la hiel.
Nervios cabrones,
por fin el dentista os
desvitaliza.
Cabrones pues solo sirven para doler.
Los que caminan
sobre ríos de vino
a veces flotan.
(BENEDETTI)
No dejes que una hoja te tape una montaña.
(proverbio chino)
Publicar un comentario