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miércoles, 24 de agosto de 2011

Tiempo devorador (por William Shakespeare)

Merma, voraz, las garras del león;
haz que la tierra acabe con sus brotes;
arranca, Tiempo, al tigre sus colmillos;
quema en su sangre al fénix milenario.
Trae estaciones tristes o gozosas
y aquello, Tiempo alado, que prefieras
sobre este mundo de dulzuras breves.
Pero un crimen atroz quiero prohibirte:
no cinceles la frente de mi amada
ni con tu vieja pluma la dibujes;
permite que tu curso no lo dañe,
espejo perdurable de hermosura.
O ensáñate si quieres, Tiempo anciano:
mi amor será en mi verso siempre joven.

14 comentarios:

bachiller Sanson Karrasco dijo...

Gran genialidad, solo a vosotros se os ocurre meter a Shakespeare en este mismo saco de poemas. Y por que no?

Don Alonso in love dijo...

Complázcase vuesamerced, don Sansón, en las lecturas del buen Guillermo Desesperares. Y descuide el afán que le mueve a retornar a casa a aqueste caballero que ha menester de liberar a tanto cautivo, socorrer a tanta viuda menesterosa, desfacer tamaños entuertos...

Anónimo dijo...

Y, mire sr Alonso, que dicen los enterados que don Miguel y don William nunca se leyeron ni supieron del otro, y ni siquiera es cierto que murieran el mismo dia.

Don Alonso, a un su prójimo dijo...

Pero no es menos cierto que criaturas hay que saben de cosas que ignora su criador, de modo que de zapateros remendones y humildes menestrales danse bachilleres y demás gentes de latines.
Y es el caso que este cristiano viejo vino en adquirir en almoneda libros del mentado Guillermo Desesperares, que no sólo los libros de caballerías consiguen entretener las noches que pasa de claro en claro y las turbiedades de los días consiguientes.
Y dase el caso de que don Alonso conoce literaturas que don Miguel ignora, de la misma manera que el corazón late en el pecho sin que el mortal que lo posee alcance a saber del complicado mecanismo, ni sea él quien marque el compás de los latidos.

Anónimo dijo...

Pardiez, don Alonso, que gran paliqueue

Anónimo dijo...

Quise decir palique, mister Alonso Quijano

Alonso ( el de Ferrari no, que aunque es paisano...) dijo...

Tú tranqui, tronco, que también puse "vuesamerced", todo soldado, y son dos palabras.
Se me estará secando el seso de tanta olla podrida. Esta ama...

Anónimo dijo...

Esto solo pasa en ZUMO DE POESIA, meter en el mismo poupurri al divino William y a Sofia Castañon

ORáKULO dijo...

A los políticos, como a los calconcillos, hay que cambiarlos de vez en cuando. Y por la misma razón.

Anónimo dijo...

Gran frase, Orákulo, y queda claro que te refieres a los calZoncillos con Z de... (ya se sabe).

casa de citas dijo...

La lectura es como el alimento; el provecho no está en proporción de lo que se come, sino de los que se digiere.

(BALMES)

Cide Hamete Benengeli dijo...

Dicen que la pena mata
y yo te digo que no,
que si la pena matara
ya me habría muerto yo.

casa de citas dijo...

No debemos atribuir a la maldad lo que puede explicarse por la simple estupidez.

(HANLON)

Cide Hamete Benengeli dijo...

Yo perdí media vida
por un amor fatal
y otra mitad daría
por otro amor igual.