miércoles, 3 de agosto de 2011
Un tren que acaso vuelve (por Luis Rosales)
La tarde va a morir; en los caminos
se ciega triste o se detiene un aire
bajo y sin luz. Entre las ramas altas,
mortal, casi vibrante,
queda el último sol. La tierra huele.
Empieza a oler. Las aves
van rompiendo un espejo con su vuelo.
La sombra es el silencio de la tarde.
Te he sentido llorar: no sé a quién lloras.
Hay un humo distante,
un tren que acaso vuelve, mientras dices:
Soy tu propio dolor, déjame amarte.
se ciega triste o se detiene un aire
bajo y sin luz. Entre las ramas altas,
mortal, casi vibrante,
queda el último sol. La tierra huele.
Empieza a oler. Las aves
van rompiendo un espejo con su vuelo.
La sombra es el silencio de la tarde.
Te he sentido llorar: no sé a quién lloras.
Hay un humo distante,
un tren que acaso vuelve, mientras dices:
Soy tu propio dolor, déjame amarte.
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13 comentarios:
Un dolor que nos ama..., un amor generalmente no correspondido.
Sí: van a matar a Federico.
Así como el árbol se fertiliza con sus hojas secas que se le caen, el hombre se engrandece con todas sus esperanzas destruidas y con todos sus amores deshechos.
(WILLIAM ROBERTSON)
No hay regla sin excepción, ni siquiera ésta.
Poco a poco, hila la vieja el copo.
El pelícano no es un pájaro, sino una caricatura de pájaro.
La paciencia es una clase de lealtad.
No digas en este mundo
"de este agua no beberé"
pues no sabes hasta dónde
puede apretarte la sed.
Nada es más peligroso que la ignorancia en acción.
Tiene ventura quien la procura.
Que la vaca sea negra no le impide dar leche blanca.
(proverbio de Bangladesh)
De millones de nadies está el mundo lleno y vacío.
Hay que tomar notas, hay que subrayar, hay que luchar contra el texto, escribiendo al margen: “¡Qué estupideces! ¡Vaya ideas!”. No hay nada tan fascinante como las notas marginales de los grandes escritores. Es un diálogo vivo. Erasmo dijo: “El que no tiene libros destrozados es que no los ha leído”.
(STEINER)
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