lunes, 16 de abril de 2012
Tres casillas más allá (por Wislawa Szymborska)
Leemos las cartas de los difuntos como impotentes dioses,
pero dioses a fin de cuentas porque conocemos las fechas
posteriores.
Sabemos qué dinero no ha sido devuelto.
Con quién se casaron rápidamente las viudas.
Pobres difuntos, inocentes difuntos,
engañados, falibles, ineptamente precavidos.
Vemos los gestos y las señas que hacen a sus espaldas.
Cazamos con el oído el rumor de los testamentos rotos.
Están sentados frente a nosotros, ridículos, comen panecillos
con mantequilla,
o echan a correr tras los sombreros que vuelan de sus cabezas.
Su mal gusto, Napoleón, el vapor y la electricidad,
sus mortales curas para enfermedades curables,
el insensato Apocalipsis según San Juan,
el falso paraíso en la tierra según Juan Jacobo…
Observamos en silencio sus peones en el tablero,
sólo que tres casillas más allá.
Todo lo previsto por ellos salió de un modo totalmente
diferente,
o un poco diferente, es decir, también totalmente diferente.
Los más diligentes nos miran ingenuamente a los ojos,
porque pensaban que en ellos hallarían la perfección.
pero dioses a fin de cuentas porque conocemos las fechas
posteriores.
Sabemos qué dinero no ha sido devuelto.
Con quién se casaron rápidamente las viudas.
Pobres difuntos, inocentes difuntos,
engañados, falibles, ineptamente precavidos.
Vemos los gestos y las señas que hacen a sus espaldas.
Cazamos con el oído el rumor de los testamentos rotos.
Están sentados frente a nosotros, ridículos, comen panecillos
con mantequilla,
o echan a correr tras los sombreros que vuelan de sus cabezas.
Su mal gusto, Napoleón, el vapor y la electricidad,
sus mortales curas para enfermedades curables,
el insensato Apocalipsis según San Juan,
el falso paraíso en la tierra según Juan Jacobo…
Observamos en silencio sus peones en el tablero,
sólo que tres casillas más allá.
Todo lo previsto por ellos salió de un modo totalmente
diferente,
o un poco diferente, es decir, también totalmente diferente.
Los más diligentes nos miran ingenuamente a los ojos,
porque pensaban que en ellos hallarían la perfección.
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12 comentarios:
Me sobrecoge ver fotos del verano del 36, pocos días antes de la guerra civil. En una se ve a gente pasándoselo bien, comiendo y riendo en una verbena, en Madrid, en la rivera del Manzanares, junto al paseo de la Florida. Todos están alegres, distendidos y desentendidos. Porque no saben lo que les aguarda. Y yo al ver la foto.. sí, yo como un pequeño dios que conoce el futuro de esa gente: lo que unos días después va a sobrevenirles. Mira lo que se avecina a la vuelta de la esquina.
Sigo pensando qué pena no poder leer a WS en su lengua (traducir es traicionar). Hay que j... La de matices, juegos verbales, connotaciones, incluso notas de humor que tenemos que perdernos!
Si viéramos dos casillas más alante evitaríamos caer en muchas trampas y autotrampas.
WS puede ser Wislawa Szymborska o también William Shakespeare. Qué curioso,no?
Válgame Dios, no le temo
a la cordura perder
y sin embargo le temo,
gitanilla, a tu querer.
Leer un libro es mejor que hablar con su autor, porque en el libro ha volcado solamente sus mejores ideas.
(DESCARTES)
Cuando vivía "Que ya se muera". Cuando murió "Qué bueno era".
La patria de Ulises no era Ítaca. La patria de Ulises era el viaje.
Tienes un don. Sólo hay que encontrarlo.
Por una calle
-los dos carritos juntos-
bebé y anciano.
(CUQUI COVALEDA)
Una cosa es tener apéndice y otra cosa es tener apendicitis.
(MARÍAS)
El vanidoso es sólo un tipo que está mal informado de sí mismo.
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