martes, 14 de agosto de 2012
Refugio para ahogados (por Carmen Rubio)
Tantos años cerrada,
se enciende cada noche al resplandor
que emiten las luciérnagas.
Como una vieja barca sin remedio,
se perfila en la roca donde termina el mar
y se proclama
refugio para ahogados.
Sus muebles como escombros,
se amortecen de olvido.
Con el alma poblada de maleza,
dirige su atención a los cristales
por si una risa niña jugara entre los pinos,
por si los muros
que aún sostienen su cuerpo resonaran
con un canto infantil
o con las claras voces de un surtidor de pájaros.
Todo
lo que yo tanto quise se ha perdido.
No puedo asimilar esta miseria
que se asienta en mi casa.
Puede que aquellos rostros
de los seres que amé aún se mantengan
doblados como ropa en los baúles
con bolas de alcanfor para burlar la edad.
Ya sólo espero
ver salir a mi madre de entre tanta ruina.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Parece una casa vieja, más metafórica que real. Pero seguro que también allí, entre esos muros de la vieja casa -idealizados por la añoranza y la evocación-, también hubo dolores y pesares. Hay que sobreponerse (o sea, ponerse sobre: ponerse encima de uno mismo, sobre-ponerse) y, con las piedras de aquella casa en ruinas, hacer otra casa más bonita.
(Enviado con mi i-phone)
Los tambores de guerra son tambores de hambre.
(proverbio surafricano)
No importa la vida
que ya está perdida,
y después de todo
¿qué es eso, la vida?...
Cantando la pena,
la pena se olvida.
El arte de callar es tan valioso como el arte de hablar.
(proverbio alemán)
Los mejores libros son aquellos que tienen el poder de sacarnos de la realidad o de meternos en ella.
(JORGE AMPUERO)
Publicar un comentario