lunes, 19 de noviembre de 2012
Mi mano toca sueño (por Jorge Guillén)
Duermes. Mi mano toca sueño. Duermes.
Gozo de tu inocencia confiada,
de tu implícita forma en esa noche
que hace tan suya con amor la mano.
Te siento dormir sin verte,
serenísima, sagrada,
nunca imagen de la muerte,
y oponiéndote a la nada
triunfar como piedra inerte.
La delicada masa de tu sueño
se espesa junto a mí, sin paz nocturna,
que así convive con la invulnerable,
cuyo retorno al despertar es siempre
la súbita inmersión en nuestra dicha.
Sumido en un calor de dos, el sueño
relaja su clausura, casi abierta
dulcemente hacia el día aún isleño.
Calor, amor.
La historia tras la puerta.
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8 comentarios:
Cada uno es cada uno y tiene sus cadaunadas.
Abajo un mapa
a escala -tonos, líneas-
desde el avión.
(CUQUI COVALEDA)
Tengo todo lo que tenía hace veinte años. Sólo que ahora todo está más abajo.
(LEE)
Nada me desengaña. El mundo me ha hechizado.
(QUEVEDO)
Frecuentemente pedimos al cielo cosas que están en nosotros mismos.
(SHAKESPEARE)
Antes de echar las redes, no digas que no hay peces.
(proverbio egipcio)
Cada camino
-nos da miedo pensarlo-,
un porvenir.
(RAPHAEL BALDAYA)
Sentir tu mano,
cerrar mis ojos.
Y aplazar un rato la muerte.
(CARLOS BAZZANO)
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