domingo, 23 de diciembre de 2012
Ella era agua (por Marco Antonio Campos)
Como rama al romperse en el invierno blanco,
corazón lloró a la estrella; triste era el olmo,
y hace muchos años; cuánta fuerza y fiereza
en la adolescencia sin dirección, quién se atrevería
a decir: "Por aquí pasó el vendaval"; Dios creció
las ramas y cortó las hojas para que supiéramos
de la felicidad, si la luz pasa. ¡Ah, el Danubio!
Estrella lloraba el corazón, ella era agua
que sabía a vino; donde llegaba se oía
la luz. Era la estrella en el invierno blanco.
Era blanca y hermosa como el pueblo donde nació.
Ella me queda, me vive en mí, me llama
como un remordimiento.
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3 comentarios:
Abogado, individuo de cuidado.
Soñé dejarte, gitana,
y me desperté besando
los hierros de tu ventana.
El amor sin sacrificio se parece a robar.
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