martes, 5 de marzo de 2013
La cosa es muchísimo más grave (por Mario Benedetti)
Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario,
vos lo sabés tan objetivamente como yo.
Sin embargo hay algo que quisiera aclararte:
cuando digo todas las parcelas
no me refiero sólo a esto de ahora,
a esto de esperarte y aleluya encontrarte,
y carajo perderte,
y volverte a encontrar,
y ojalá nada más.
No me refiero a que de pronto digas, voy a llorar,
y yo con un discreto nudo en la garganta, bueno llorá.
Y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y quizás por eso salga enseguida el sol.
Ni me refiero sólo a que día tras día
aumente el stock de nuestras pequeñas y decisivas complicidades,
o que yo pueda o creerme que puedo convertir mis reveses en victorias,
o me hagas el tierno regalo de tu más reciente desesperación.
No.
La cosa es muchísimo más grave.
Cuando digo todas las parcelas
quiero decir que además de ese dulce cataclismo
también estás reescribiendo mi infancia,
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebran,
y vos en cambio sabés que eso no sirve.
Quiero decir que estás rearmando mi adolescencia,
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos,
y vos sabés en cambio extraer de ese páramo
mi germen de alegría y regarlo mirándolo.
Quiero decir que estás sacudiendo mi juventud,
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos,
esa sombra que nadie arrimó a su sombra,
y vos en cambio sabés estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas,
y quede la armazón de mi verdad sin proezas.
Quiero decir que estás abrazando mi madurez,
esta mezcla de estupor y experiencia,
este extraño confín de angustia y nieve,
esta bujía que ilumina la muerte,
este precipicio de la pobre vida.
Como ves es más grave,
muchísimo más grave,
porque con estas y con otras palabras
quiero decir que no sos tan sólo
la querida muchacha que sos,
sino también las espléndidas o cautelosas mujeres
que quise o quiero.
Porque gracias a vos he descubierto
(dirás que ya era hora y con razón)
que el amor es una bahía linda y generosa
que se ilumina y se oscurece
según venga la vida,
una bahía donde los barcos llegan y se van,
llegan con pájaros y augurios
y se van con sirenas y nubarrones.
Una bahía linda y generosa
donde los barcos llegan y se van.
Pero vos,
por favor,
no te vayas.
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6 comentarios:
O sabe naturaleza
más que supo en este tiempo,
o tantos que naces sabios
es porque lo dicen ellos.
Dios es más generoso que los hombres y los medirá con otra medida.
(BORGES)
Yo me voy a los cafeses
y me siento en los sofases,
y me alumbran los quinqueses
con las luces de sus gases.
Con hombre callado, mucho cuidado.
Yo antes era un cantante de protesta. Ahora soy un cantante de próstata.
(SABINA)
No puedes tenerlo todo. Además, ¿dónde lo pondrías?
(WRIGHT)
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