Tomó Noé una pareja de cada especie
y las fue subiendo al arca.
Y mientras subían,
iba diciéndoles:
Vamos a ir a otro sitio:
a vuestro sitio.
Allí no habréis de luchar por vivir.
No tendréis que pelear por comer.
No tendréis que matar ni ser matados.
¡Mis pobrecitos! ¡Cuánto habéis sufrido
bajo el rigor de las leyes vigentes
en la región de las hostilidades!
Donde iremos no hay hambre ni miedo.
Donde iremos no hay vejez ni dolor.
Donde iremos no hay pérdidas ni heridas.
Y cuando la nave por fin estuvo llena,
añadió:
Os llevo a vuestro verdadero sitio.
Porque la Tierra no es vuestro lugar.
Porque esta vida no se hizo para vosotros.
Porque aquí nunca fuisteis felices.
Porque también vosotros nacisteis desterrados,
exiliados en este lugar.
Y porque, en fin,
vuestro reino tampoco es de este mundo.
4 comentarios:
Hasta la leña del bosque
tiene su separación:
con una fabrican santos
y con otra hacen carbón.
Boca de verdades, cien enemistades.
Detén el carro, siéntate y disfruta de la llegada de la noche.
(TANG)
Me dices que viva cada día
como si fuese el último. Es en la cocina
donde antes del café lamento
el día que me espera: esa carrera de obstáculos
de minutos y horas
tiendas de alimentos y médicos.
Pero ¿por qué el último?, pregunto. ¿Por qué no
vivir cada día como si fuese el primero,
todo él sorpresas intensas, Eva restregándose
los ojos al despertar esa primera mañana,
el sol asomando
como un ingenuo por el este?
Mueles el café
con el pequeño estruendo de una mente
que intenta aclararse. Pongo
la mesa, echo un vistazo tras la ventana
donde el rocío ha bautizado
toda superficie viviente.
(LINDA PASTAN)
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