sábado, 23 de marzo de 2013
Te me fuiste (por Juan Ramón Jiménez)
¡Agua corriente eras
y te me fuiste de las manos!
¿En qué lecho de amor,
hecha cristal, te habrás parado,
corriendo sola dentro de ti misma
a tu propio mar solo, ardiente y mágico?
¡Oh fresco remolino,
que empieza, eterno, en ti, y acaba, eterno,
en ti, y prende lo que ansía
en su raudal cuajado!
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8 comentarios:
No sólo se puede hacer daño inconscientemente. También se puede, inconscientemente, ser cruel.
No recuerdo que te quise
ni que tú no me querías
ni que me casé con otra
para olvidarte algún día.
Si el corazón pensara, dejaría de latir.
(PESSOA)
Allí donde se queman libros, se acaba por quemar hombres.
(HEINE)
No hay árbol que el viento no sacuda.
(proverbio alemán)
Sentí un desgarro dentro de mi mente
como si mi cerebro se escindiera.
Traté de componerlo costura tras costura
pero no hubo manera de encajarlo.
Luché por enlazar la idea anterior
con ese pensamiento de delante
mas la secuencia mudamente se esparció
igual que ovillos por el suelo.
(EMILY DICKINSON)
Tan pronto pasa todo lo que pasa!
¡Muere tan joven ante los dioses cuanto
muere! ¡Todo es tan poco!
(PESSOA)
Él seguía llorando. Lloraba por su sueño, por todo lo que la vida le había ofrecido y no había sabido aprovechar, por todas las veces que se había escondido, por todo lo que era irrecuperable e irreemplazable. Nada volvería, no podía recuperar nada. Lloraba porque no quería con suficiente fuerza lo que quería, y porque muchas veces no sabía lo que que-
ría.
(BERNARD SHCLINK)
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