miércoles, 13 de marzo de 2013
Un encuentro (por Wallace Stevens)
Llegó un día, hubo un día -un día en que un hombre
caminaba vivo entre las formas del pensamiento,
para ver su esplendor tal como es,
y en armonioso prodigio ser,
por un momento, concibiendo su pasaje hacia un tiempo
que él mismo percibió inmóvil, perenne.
Menos tiempo que espacio, menos espacio que pensamiento,
y en sustancia, una semejanza a la tierra,
que, por parecido, vibraba pensamiento tras pensamiento.
Liberando una melodía abismal,
un encuentro, una emergente luz,
un deslumbramiento de recuerdo y de mirada.
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4 comentarios:
Asa castañas.
Lluvia roja de brasas
en el otoño.
(WILLITO)
Tienes los ojillos grandes
como piedras de molino
que parten los corazones
como granillos de trigo.
La patria sólo es un complemento circunstancial de lugar.
(NEORRABIOS@)
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