domingo, 21 de junio de 2015
Pequeña belleza (por Nuno Judice)
El absoluto se manifestó en un vaso de agua,
cuando el sol apareció detrás de una nube
y le dio un brillo inesperado en la más gris de las mañanas.
A veces, piensa el agnóstico,
lo inverosímil nace de una pura explicación lógica,
como si el azar no existiera.
Lo que hace, sin embargo, es colocarse
en el lugar del hombre que no acepta que la belleza pueda nacer de la nada,
al descubrir que tiene el pie en la frontera entre lo que sabemos
y lo que ni siquiera necesitamos comprender.
Por eso, al beber el agua,
sentí el brillo de la mañana llenarme el alma,
como si el agua fuera algo más que un líquido sin color ni olor.
Sin embargo, cuando posé el vaso vacío,
sintiendo la falta de luz que lo había llenado,
pensé en lo frágil que es esa pequeña belleza,
y que tal vez hubiera sido mejor quedarme con sed.
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3 comentarios:
Árboles que arden.
Sólo alivia pensar
que no les duele.
(CUQUI COVALEDA)
Todo lo que es fácil de leer es difícil de escribir.
Nada más pequeño, nada más penoso que el nacionalismo: es hacer de la geografía el centro de nuestra alma.
(WEBER)
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